VARIA / VARIA

LA TARDO-EUGENESIA EN ARGENTINA: UN ENFOQUE DESDE LA LONGUE DURÉE[1]

Marisa A. Miranda

Investigadora Independiente del CONICET (Argentina)

mmiranda2804@gmail.com

 

RESUMEN

Este trabajo analiza la eugenesia en Argentina desde un enfoque de larga duración, que, como tal, se mantuvo en el tiempo con cierta indiferencia a cambios contextuales profundos.

Así, respecto a la historia de la ciencia (dentro de cuyo ámbito se incluye a la historia de la eugenesia) puede identificarse esa larga duración como parte de un fenómeno cultural que subsistiera, más o menos incólume, ante eventos habidos en el entorno que, desde otra perspectiva, hubieran implicado un trastocamiento inevitable de la tesis propuesta. Esa fortaleza (o resistencia) paradigmática es la que, leída en términos biopolíticos, le ha otorgado a la tardo eugenesia cierta inmunidad y que, a la vez, le ha permitido fabricar sus propios anticuerpos luego de conocidos los horrores del nazismo.

LATE-EUGENICS IN ARGENTINA: AN APPROACH FROM THE LONGUE DURÉE

ABSTRACT

This paper discusses Eugenics in Argentina, taking a long term view, exhuming historical continuities that survived over time while ignoring deep contextual changes.

Thus, in reference to the history of science (of which the history of Eugenics forms a part) we can identify longue duree as part of a transcendent cultural phenomenon. This persistence is motivated by the strength of its principles, enabling it to survive more or less unaffected by events occurring in the environment, which, from another perspective, would cause a reversal of the proposed thesis. This paradigmatic strength, which can also be understood as resistance, in biopolitical terms, has granted some immunity and that, in turn, has allowed Eugenics to produce its own antibodies even after the horrors of Nazism became known.

Recibido: 7-06-2013; Aceptado: 13-09-2013.

Cómo citar este artículo/Citation: Miranda, M. A. (2013). "La tardo-eugenesia en Argentina: un enfoque desde la longue durée". Arbor, 189 (764): a088. doi: http://dx.doi.org/10.3989/arbor.2013.764n6011.

PALABRAS CLAVE: Eugenesia; Biotipología; Argentina; Redes biopolíticas.

KEYWORDS: Eugenics; Biotypology; Argentina; Biopolitical networks.

Copyright: © 2013 CSIC. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0.

CONTENIDOS

RESUMEN
ABSTRACT
EUGENESIA EN ARGENTINA (O LA FORTALEZA DE UN PARADIGMA DE LONGUE DURÉE)

EL (ESCASO) IMPACTO DE LA SEGUNDA POSGUERRA EN EL TARDO-EUGENISMO

LA TARDO-EUGENESIA EN ÁMBITOS INSTITUCIONALES
LA VISCOSIDAD CONCEPTUAL COMO REASEGURO DE SUPERVIVENCIA

NOTAS
BIBLIOGRAFÍA

 

EUGENESIA EN ARGENTINA (O LA FORTALEZA DE UN PARADIGMA DE LONGUE DURÉE)
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La exhumación de continuidades históricas que sobrevivieron en el tiempo, con cierta indiferencia, a cambios contextuales más o menos superficiales o profundos, permite visibilizar la fortaleza de determinado paradigma[2]. En particular, para el caso que nos ocupa, el de la eugenesia latina. Así, como es sabido, gracias a la irrupción historiográfica de la mirada braudeliana, el hecho, el acontecimiento, el episodio, operaron como datos de relevancia relativa al momento de escribir “la” historia, pero no ocuparon ya un lugar central en la construcción de esa historia, sea esta bajo la forma de historia total o de nueva historia[3].

Respecto a la historia de la ciencia podría identificarse, entonces, a esa larga duración como parte de un fenómeno cultural trascendente, y cuya persistencia en el tiempo está motivada por la fortaleza de sus postulados para subsistir más o menos incólume ante eventos habidos en el entorno que, desde otra perspectiva, implicarían un inevitable trastocamiento de la tesis propuesta. 


Esa fortaleza paradigmática, legible también como resistencia, es la que, precisamente, le otorga cierta inmunidad y le permite fabricar sus propios anticuerpos para asegurarse la subsistencia. En definitiva, si existen cambios contextuales relevantes que involucran a un paradigma (en sentido kuhniano), y este continúa vigente, con idéntica formulación o con mínimas modificaciones no estructurales, consideramos se habilita su abordaje desde la perspectiva de la larga duración. 


En particular, en el aspecto que nos ocupa, cabe afirmar que la eugenesia —en cuanto teoría y en cuanto praxis— involucró en Argentina un prolongado proceso caracterizado no solo por su pervivencia al nazismo y al fascismo, sino también porque contó en su haber con un aparato discursivo que, lejos de desactivarse luego de la caída de esos regímenes, resultó significativamente fortalecido hasta bien entrada la década de 1970. 


Así, la ausencia de una reformulación éticamente obligada luego del Holocausto, aun en países que, como Argentina, suscribieron a una eugenesia no esterilizadora, debe asociarse a aquella inmunidad cuyo origen nos impone interrogar al poder. No solo al poder político, no solo al poder económico, al poder en un sentido amplio, como mandato que presupone sumisión y que, en materia biopolítica, implica una aceptación de roles y jerarquías entre seres humanos, que se impregna en la cultura y se asegura su pervivencia[4].

Sin embargo, la larga duración que le atribuimos a la eugenesia, nos remite a interrogarnos sobre sus eventuales discontinuidades. En este sentido, sostenemos que la sobrevida a la Segunda Guerra Mundial de discursos y prácticas eugénicas en el contexto argentino, debidamente probada por diversa historiografía de la última década, implica, en sí misma, un aspecto disruptivo, que nos induce a pensarlo como discontinuidad[5].

Es entonces cuando, la resistencia paradigmática sumada a la discontinuidad contextual vislumbrada en el itinerario seguido por la eugenesia durante el siglo XX, nos remite a calificarla —cuanto menos en el ámbito argentino— como un tema de “larga duración” en el cual resulta inmanente la consabida intersección entre ciencia y poder, locus precisamente desde donde se define el objeto de estudio disciplinar, el “ser disgénico”.


Entonces, es nuestro propósito en este trabajo evaluar la perduración de discursividades y praxis eugénicas a partir del análisis del dinamismo de su objeto de estudio. Consideramos, pues, que esta característica es la que le ha permitido adecuarse, y readecuarse, a variados escenarios sociales sujetos, como es lógico, a diversos limitantes culturales, religiosos, políticos.


De ahí que cabe simbolizar al objeto de estudio de la eugenesia acudiendo a la metáfora de la viscosidad, característica también advertida por Stern, quien prefiere —en análogo sentido— utilizar la expresión malleability (Stern, 2010Stern, A. M. (2010). "Eugenics, Gender, and Sexuality: A Global Tour and Compass". En Bashford, A. y Levine, P. (eds.), The Oxford Handbook of the History of Eugenics. New York: Oxford University Press, pp. 173-191., 173). Lo viscoso no es sólido, pero tampoco líquido. Penetra lentamente, sin fluir, toma la forma, se infiltra, se adapta, pero, a la vez, resulta inasible, ya que, al intentar sujetarlo, retoma su movilidad. En definitiva, cambia la forma de manera permanente, conservando siempre su capacidad adaptativa al molde que lo contiene. Paralelamente, un biopoder subyacente reforzaría esa viscosidad.


Esta metáfora nos permite visibilizar las dificultades epistemológicas halladas al momento de buscar la definición a largo plazo de un proceso de este tipo. Así, durante la primera mitad del siglo XX, constituyó eugenesia tanto la tesis mutiladora de millones de seres durante el nazismo como la propuesta de elección de pareja previo aval o consejo experto, incentivada desde el fascismo italiano; destacándose que en Argentina se continuó hablando de eugenesia —y vanagloriándose de ser un eugenista— aún luego de la caída de esos totalitarismos. 


Al respecto, la pervivencia de la eugenesia en la región fue bien diferente de lo sucedido en los Estados Unidos y Gran Bretaña. En efecto, tal como prueba Kevles, allí el Holocausto había “sepultado” el ideal eugenésico, convirtiéndose en tabú hasta el mismísimo vocablo acuñado por Galton en el siglo XIX (Kevles, 1986Kevles, D. (1986). La eugenesia: ¿ciencia o utopía? Una polémica que dura cien años. Barcelona: Planeta., 209). Entonces, si desde 1945, había caído el velo que, bajo una hipotética búsqueda de salud para la población, solo legitimaba horrendas exclusiones, definimos a la eugenesia post-Holocausto como tardo-eugenesia o eugenesia tardía, para concentrarnos, de ahora en más, en el análisis de algunos aspectos vinculados al caso argentino y a las redes biopolíticas internacionales de las cuales este país formó parte. 


 

EL (ESCASO) IMPACTO DE LA SEGUNDA POSGUERRA EN EL TARDO-EUGENISMO
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Como ha sido demostrado en otros trabajos, la tesis biotipológica del endocrinólogo fascista Nicola Pende ha incidido decididamente en la vertiente que impregnó en mayor grado al eugenismo argentino[6]. Así, y asumiendo que esta línea coadyuvó de manera trascendental a conformar la denominada eugenesia latina —como variante de la “ciencia del cultivo de la raza” organizada en torno al dogma católico—, vale recuperar el itinerario seguido por Pende ante los embates que sufriera luego de la caída del régimen de Mussolini en cuanto a su imputación como antisemita.


En efecto, este endocrinólogo fue sometido a juicio al finalizar del fascismo, logrando, en 1948, que el Tribunal de Casación italiano lo absolviera, circunstancia para la cual resultó decisivo el apoyo que obtuvo, por entonces, de la Unione delle Comunitá Israelitiche Italiane. 


Ahora bien, más allá del curioso argumento esgrimido por su defensa en el proceso, donde se afirmaba que Pende había curado a varios niños judíos[7], el antisemitismo subyacente a sus tesis se expresa (¿ingenuamente?) ya desde el primer párrafo de un libelo reivindicativo publicado por él mismo en 1961Pende, N. (1961). Documenti contro l’accussa di antisemitismo. Roma: SAET. y que titulara Documenti contro l’accussa di antisemitismo (Pende, 1961Pende, N. (1961). Documenti contro l’accussa di antisemitismo. Roma: SAET.). Allí, el ex senador de Mussolini, enfatiza:


“E’ per l’ennesima volta che mi tocca difendermi con argomenti inoppugnabili dall’accusa di ebrei-cumunisti d’essere io stato sostenitorie in Italia nel periodo fascista del razzismo antiebraico” (Pende, 1961Pende, N. (1961). Documenti contro l’accussa di antisemitismo. Roma: SAET., s/n).


Sin embargo, hoy día en Italia, la tesis de Pende es considerada bien distante de la biopolítica fascista, llegando algunos a asegurar que él no firmó el Manifiesto de la Raza (Manifesto degli scienziati razzisti) (RAI, 2011RAI (2011). "La Storia siamo noi", episodio emitido el 30 de marzo. Roma, [fecha de consulta: 14-09-2012]. Disponible en: http://www.rai.tv/dl/RaiTV/programmi/media/ContentItem-6cbb8aac-677d-489d-aaa9-44a495ae847a.html.), es decir, que se trató de un “strano caso della firma fantasma” (Messina, 2007Messina, D. (2007). "Nicola Pende, lo Strano caso Della firma fantasma. Il suo nome era nel manifiesto della razza, ma non aveva dato il consenso". Corriere della Sera, Roma, 15 de febrero, p. 47 [fecha de consulta: 15-09-2012]. Disponible en: http://archiviostorico.corriere.it/2007/febbraio/15/Nicola_Pende_strano_caso_della_co_9_070215043.shtml.). Y también en su Noicàttaro natal se sostiene esta tesis[8]. No obstante, existía hasta el momento la certeza historiográfica respecto a que Pende había suscripto este documento, publicado anónimamente en Il Giornale d’Italia el 4 de julio de 1938, y que signó el rumbo oficial de la política antisemita del fascismo (De Grazia y Luzzatto, 2005De Grazia, V. y Luzzatto, S. (a cura di) (2005). Dizionario del fascismo, Tomo II, L-Z. Torino: Giulio Einaudi., 87-88)[9].

Independientemente del hecho (a esta altura, casi anecdótico) de si Pende firmó el Manifiesto o si su firma fue incluida de manera inconsulta, lo cierto es que el enfoque dado a su reivindicación merita alguna reflexión. Así, en el mejor de los supuestos, puede llegar a convencer a algunos cierto distanciamiento de Pende del fascismo; aunque sigue pendiente el análisis de la significativa gradación humana inmanente a su propuesta y que resulta repugnante al reconocimiento a la igualdad de todas las personas fortalecido desde la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. 


Sus ideas respecto a la biotipología (y a su imprescindible anclaje en las desigualdades humanas) fueron sostenidas hasta su muerte, en 1970; destacándose el ascendiente que siguiera teniendo en Buenos Aires, donde se publicó simultáneamente con Roma, el texto Dova vai, uomo? (Pende, 1958Pende, N. (1958). ¿A dónde vas, hombre? Problemas humanos de nuestro tiempo. Buenos Aires: Alfa.).


Dicho esto, y conocidos desde hace unos pocos años los vínculos entre Pende y la Argentina, cabe recuperar aquí aspectos centrales de la marcada influencia de este italiano en el eugenismo de ese país sudamericano. Pende, quien en 1937, 1943 y 1951 fuera propuesto a Premio Nobel de Medicina[10], tuvo un marcado impacto en América Latina, circunstancia advertida aun hoy y desde Italia. Así, y pese a que según testimonio del hijo de Pende, Vito, la causa de que en 1951 no le fuera otorgado el Premio fue, sin más, “per la cuestione di quella maledetta firma[11], no se ha dudado en vincular los avances científicos propiciados desde la endocrinología pendeana con las investigaciones que le valieron al argentino Bernardo Houssay el Premio Nobel en 1947.[12]

No obstante, y más allá de no haberle sido otorgado a Pende ese premio en ninguna de las oportunidades mencionadas, nos interesa detenernos en la perduración del impacto de su tesis biotipológica luego de la segunda posguerra, advirtiéndose desde entonces en Argentina tan solo ambiguas expresiones que oscilaron entre la indiferencia y la negación respecto a las relaciones entre la eugenesia latina y el fascismo. 


Precisamente en 1945 el abogado Carlos Bernaldo de Quirós funda la Sociedad Argentina de Eugenesia, desvinculándose así de la Asociación Argentina de Biotipología, Eugenesia y Medicina Social, convertida en Instituto Nacional de Biotipología y Materias Afines por el gobierno de Juan Domingo Perón. De esta manera, Bernaldo de Quirós quedará constituido en una figura emblemática en cuanto a la perduración del paradigma eugénico luego de la Segunda Guerra Mundial. En efecto, en torno suyo no solo se mantuvo, sino que se acrecentó la vertiente eugénica de sesgo ambiental (mal llamada neolamarckiana) sobre la cual se asentara el eugenismo local de la segunda mitad del siglo XX. 


Pero hablar de tardo-eugenesia en Argentina nos conduce, casi necesariamente a visibilizar acuerdos y distanciamientos entre sus cultores, lo que queda demostrado, entre otros aspectos, con la propuesta de eugenización legislativa del país efectuada por Quirós (antiperonista acérrimo) al gobierno peronista. Asimismo, otro ejemplo lo constituye la iniciativa presentada al Ministerio de Salud Pública de la Nación en 1952 por el odontólogo rosarino Ramón Riba, propiciando la creación de un Ministerio de Eugenesia. La respuesta oficial a Riba resulta por demás elocuente: “Dentro del Ministerio de Salud Pública existen numerosas dependencias cuyas funciones entrañan fines eugénicos (como el Instituto de Biotipología y Materias Afines y las que se consagran a servicios de protección a la madre y al niño)”, razón por la cual se decide no apoyar tal iniciativa (Ministerio de Salud Pública de la Nación, 1952Ministerio de Salud Pública de la Nación (1952). Carpeta Plan de Gobierno Nº 2, Iniciativa 15.688.).


Así, los acuerdos en la materia habidos durante el gobierno peronista se opacan a partir de la revolución de 1955, que derroca a Perón y proscribe al peronismo. De ahí en más, se impone concentrarnos en entidades privadas como la referida Sociedad Argentina de Eugenesia, la Liga Argentina de Profilaxis Social y el Museo Social Argentino, instituciones con fuerte apoyo oficial que monopolizaron el espacio eugénico. 


Ahora bien, advirtiendo en el mencionado Bernaldo de Quirós un referente fundamental de esa eugenesia tardía, recuperaremos aquí aspectos centrales de su propuesta eugénica, tal como fueran enunciados en 1957, año en el cual, precisamente, se funda la primera y única Facultad de Eugenesia del mundo, bajo su decanato, en el ámbito del Museo Social. Por entonces, este jurista ensayaría un débil distanciamiento de la propuesta italiana, otrora por él mismo valorada. Desde lo que denomina “Eugenesia integral positiva”, Quirós se adscribe más enfáticamente que antes a las ideas “neolamarckianas” sosteniendo que solo a partir de ellas se obtendrían “cruzamientos conscientes y responsables” (Bernaldo de Quirós, 1957Bernaldo de Quirós, C. (1957). La degradación cosista del hombre. Buenos Aires: edición del autor., 13).


Según Quirós, sus ideas contrariaban el mandato eugénico de que los Estados debían velar porque se hicieran “acoplamientos entre seres superiores (raciales), facilitar sus nupcias, proteger su vida y asegurar el futuro a su prole” (Bernaldo de Quirós, 1957Bernaldo de Quirós, C. (1957). La degradación cosista del hombre. Buenos Aires: edición del autor., 15); y afirmaba que “todos los pueblos de Europa y América” se habían inspirado en esos conceptos, “menos la Sociedad Argentina de Eugenesia (de Buenos Aires)” no siendo ajenos a “otras teorías totalitarias de los últimos años, como las de Hitler en Alemania, Mussolini en Italia y Stalin en Rusia” (Bernaldo de Quirós, 1957Bernaldo de Quirós, C. (1957). La degradación cosista del hombre. Buenos Aires: edición del autor., 15). Sintéticamente, para el máximo exponente de la institución protagonista del eugenismo tardío argentino, la herencia tenía “una base genética” pero también una “superestructura psicosocial (económica, educacional, moral, política) y biofísica”, equivalente a “herencia, medio ambiente, educación y vida (lucha)” (Bernaldo de Quirós, 1957Bernaldo de Quirós, C. (1957). La degradación cosista del hombre. Buenos Aires: edición del autor., 15-16).


Pero, ¿qué pretendía significar Quirós cuando hablaba de eugenesia en los años ‘50? ¿Implicaba para él un proceso excluyente a partir de rasgos o cualidades físicas, psíquicas o morales? O, por el contrario, ¿se refería a un concepto inclusivo más involucrado con la idea de salud pública? En definitiva, ¿en qué medida tomaba distancia de la biopolítica eugénica desarrollada hasta el paroxismo por los totalitarismos europeos del período entreguerras? 


Para Quirós “Eugenesia es la ciencia positiva, humanista, vital e integral, de aplicación, para una óptima previsión biológica hereditaria y la regulación de todos los factores exógenos que impidan o alteren una descendencia armónica y feliz” (Bernaldo de Quirós, 1957Bernaldo de Quirós, C. (1957). La degradación cosista del hombre. Buenos Aires: edición del autor., 16). Sin embargo, desde aquí, nuestros interrogantes siguen sin respuesta, excepto las vinculaciones directas que él mismo encontraba entre su tesis y la biotipología de Pende (Bernaldo de Quirós, 1957Bernaldo de Quirós, C. (1957). La degradación cosista del hombre. Buenos Aires: edición del autor., 24-25). De esa comunión con las hipótesis endocrinológicas del italiano (Bernaldo de Quirós, 1947Bernaldo de Quirós, C. (1947). Concepto actual, importancia y dimensión de la eugenesia. Buenos Aires: edición del autor., 7), deviene el interés —ya reconocido desde 1945 en los estatutos de la Sociedad Argentina de Eugenesia— en establecer los “caracteres del biotipo argentino” (Bernaldo de Quirós, 1957Bernaldo de Quirós, C. (1957). La degradación cosista del hombre. Buenos Aires: edición del autor., 35). De la misma manera, en la currícula de la referida carrera de Licenciado Eugenista organizada en la Universidad del Museo Social Argentino, también se dictaba la asignatura biotipología (Estudios Eugenésicos, 1972Estudios Eugenésicos (1972), Tomo VIII, Nº 148, Buenos Aires, enero-febrero, pp. 57-59., 58).


En este contexto, la invocación a un proceso selectivo propio de toda eugenesia no se hizo esperar. Tan solo para aportar un ejemplo de la elocuencia de sus expresiones, Bernaldo de Quirós afirmaba que su propuesta fomentaba “la selección libre, instruida, consciente y responsable, por el sujeto sano, del cónyuge eugenésico, como norma ideal para los cruzamientos antropológicos” (Bernaldo de Quirós, 1957Bernaldo de Quirós, C. (1957). La degradación cosista del hombre. Buenos Aires: edición del autor., 36); a la vez que también propiciaba “la selección del medio ambiente físico, ético y social”; “la selección de los educadores y de un tipo más conveniente de educación” (Bernaldo de Quirós, 1957Bernaldo de Quirós, C. (1957). La degradación cosista del hombre. Buenos Aires: edición del autor., 37). 


De la simple compulsa de los párrafos ejemplificativamente transcriptos, y de los años de publicación de estos textos, cabe advertir que el Holocausto no constituyó un tema central a debatir, ni por Nicola Pende en su Italia natal, ni por el tardo-eugenismo argentino. En este sentido, no resulta necesario destacar aquí que los cambios habidos en Occidente durante el período en cuestión exigieron replanteos éticos y científicos de significativa trascendencia en la percepción del “otro”. Sin embargo, la propuesta eugénica latina sobrevivió prácticamente impávida al Holocausto y, por ende, a su consecuencia jurídica inevitable: la Declaración Universal de Derechos Humanos.


Desde esta perspectiva, la consolidación por entonces en Argentina de una vertiente eugénica más apegada al ambiente que a la genética no debe ser leída como un reacomodamiento paradigmático atento a los sucesos europeos. En efecto, antes de ellos, y aun cuando sostenía los beneficios de la obra demográfica desarrollada en Alemania (Primer Congreso de la Población, 1941Primer Congreso de la Población (26 al 31 de Octubre de 1940) (1941), Buenos Aires, Museo Social Argentino., 65-66), el fundador de la Sociedad Argentina de Eugenesia coincidía más con las ideas del psiquiatra franquista Antonio Vallejo Nágera, en cuanto a la importancia ambiental en la formación de la descendencia, que con un genetismo duro. 


De esta manera, las propuestas concretas de gestión del eugenismo tardío argentino, estuvieron conformadas por una mixtura de iniciativas de control genético y ambiental, en donde el control de la moral sexual ocuparía un lugar predominante.


 

LA TARDO-EUGENESIA EN ÁMBITOS INSTITUCIONALES Top

A nivel institucional, la Sociedad Argentina de Eugenesia, nacida —como vimos— en 1945 al amparo del eugenismo antiperonista[13], tendría su espacio de poder mediante la creación de la Facultad de Eugenesia, en la órbita del Museo Social Argentino. Asimismo, esa Sociedad tuvo a su cargo la organización de tres Jornadas de Eugenesia Integral (1955, 1961 y 1970). 


Precisamente, en la Tercera Jornada de Humanismo Eugenésico Integral (Buenos Aires, 1970), el racista norteamericano Paul Popenoe presentaría un trabajo bajo el sugerente título “La pregunta olvidada” (Popenoe, 1971Popenoe, P. (1971). "La pregunta olvidada". En Tercera Jornada Argentina de Humanismo Eugenésico Integral. Estudios Eugenésicos. Buenos Aires, Tomo VII, pp. 7-12.). Esa pregunta, en crisis desde la perspectiva de este consejero eugenista, se situaba en torno al fortalecimiento de la vida en familia, entendiendo que la “supervivencia y el progreso de la raza y de la nación” eran inseparables de una “vida familiar productiva y sana” (Popenoe, 1971Popenoe, P. (1971). "La pregunta olvidada". En Tercera Jornada Argentina de Humanismo Eugenésico Integral. Estudios Eugenésicos. Buenos Aires, Tomo VII, pp. 7-12., 7).


La influencia de Popenoe sobre Quirós se reconoce también en los consultorios ideados a imagen y semejanza de los que funcionaban en los Estados Unidos. En efecto, Popenoe, que había fundado en 1930 en Los Ángeles, el Institute for Family Relations, se dedicaba a aconsejar a parejas blancas y de clase media sobre normas de género y sexualidad para lograr matrimonios “exitosos”, es decir, perdurables. Luego, ya hacia los años ’60, y ante la pérdida de receptividad de la propuesta en su país, y el paralelo incremento de hostilidad en torno suyo, Popenoe encontraría nuevos aliados en la cristiandad (Stern, 2010Stern, A. M. (2010). "Eugenics, Gender, and Sexuality: A Global Tour and Compass". En Bashford, A. y Levine, P. (eds.), The Oxford Handbook of the History of Eugenics. New York: Oxford University Press, pp. 173-191., 185). Quirós se había referido elogiosamente a aquella institución de California, como “la primera organización que se ocupa en los Estados Unidos para ayudar, con todos los recursos de la ciencia moderna, en pro del logro de óptimos matrimonios” (Bernaldo de Quirós, 1957Bernaldo de Quirós, C. (1957). La degradación cosista del hombre. Buenos Aires: edición del autor., 29). Y, en concordancia con la labor del estadounidense, crearía en 1966 el primer Consultorio de este tipo en Argentina. Integrado indefectiblemente por el fundador y seis Licenciados Eugenistas Humanólogos, carrera que también había organizado Quirós y se dictaba en la Facultad de Eugenesia de la Universidad del Museo Social Argentino. En estos consultorios se realizaban exámenes a personas mayores de 6 años de edad, evaluándoles “las capacidades de humanización activa y de perfeccionamiento ético” que poseían. Así, se proponían analizar “la naturaleza de la persona humana, no en lo individual, puesto que esa tarea correspondía al psicólogo” sino en “sus potenciales innatos, aptitudes y tendencias genéticas, hereditarias y adquiridas” para determinar su grado de “humanización viviente” y proporcionarle una “preparación de base para la lucha por la vida” (Estudios Eugenésicos, 1966Estudios Eugenésicos (1966). Tomo V, Nº 16, Buenos Aires, noviembre-diciembre, p. 210., 210). 


De esta manera, lejos de poder ser considerado un heterodoxo y, mucho menos, un outsider del campo científico argentino, Carlos Bernaldo de Quirós fue incorporado como Miembro de Número a la Academia Nacional de Ciencias el 27 de septiembre de 1946, brindando ese mismo año una conferencia titulada “Dimensión Eugenésica” (Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, 1946Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires (1946). Acta 98, 11 de diciembre, pp. 217-221.). Años más tarde, en la sesión del 11 de agosto de 1960, Quirós propondría que en alguna de las Secciones de la Institución se incluyera la especialidad de Humanología, quedando en suspenso tal decisión (Anales de la Academia Nacional de Ciencias, 1965Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires (1965). Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Años 1960-61-62 y 63. Buenos Aires, s/d., 294); mientras que el 10 de octubre de ese mismo año brindaba una conferencia titulada “Humanismo humanológico” (Anales de la Academia Nacional de Ciencias, 1965Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires (1965). Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Años 1960-61-62 y 63. Buenos Aires, s/d., 296). Por su parte, la Academia lo felicitaría calurosamente (sesión del 12 de mayo de 1962) atento a su designación como “presidente del Museo Social Argentino y Rector de la Universidad del mismo” (Anales de la Academia Nacional de Ciencias, 1965Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires (1965). Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Años 1960-61-62 y 63. Buenos Aires, s/d., 305).


La actividad de Quirós en pro de la selección eugénica (básicamente ambiental, pero también geneticista), continuó hasta más avanzado el siglo. Así, el 6 de septiembre de 1971, da un discurso en la Academia Nacional de Ciencias, titulado “El hombre y la ciencia”. En él, afirma que “el hombre común está atrapado por autoritarismos y factores que le planifican la vida, la sexualidad, el sexo, las ilusiones, la instrucción, las posibilidades y hasta su pensamiento y futuro” (Bernaldo de Quirós, 1971Bernaldo de Quirós, C. (1971). "El hombre y la ciencia". En Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Tomo V. Buenos Aires, pp 41-56., 44). No obstante, pocos párrafos más abajo, este hipotético defensor de la no planificación del sexo y la sexualidad, decía: “de padres improvisados salen hijos irresponsables, infrahumanos” (Bernaldo de Quirós, 1971Bernaldo de Quirós, C. (1971). "El hombre y la ciencia". En Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Tomo V. Buenos Aires, pp 41-56., 45).


Y ahora sí, por fin, habla de “la inconsciencia colectiva y totalitaria del racismo, el comunismo, el marxismo, el castrismo, el hitlerismo, el nacionalismo, el nihilismo, el fascismo, el peronismo y demás ‘ismos’ más cercanos en el tiempo” (Bernaldo de Quirós, 1971Bernaldo de Quirós, C. (1971). "El hombre y la ciencia". En Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Tomo V. Buenos Aires, pp 41-56., 47). Sin embargo, sigue sin vincular a la eugenesia con esas teorías, al proponer que la Academia Nacional formule una Declaración, en la cual se disponga que los educadores tengan formación en Humanología, también llamada por él “Humanismo eugenésico integral” (Bernaldo de Quirós, 1971Bernaldo de Quirós, C. (1971). "El hombre y la ciencia". En Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Tomo V. Buenos Aires, pp 41-56., 55).


Precisamente, esta propuesta de Declaración de 1971 fue recordada, hace unos pocos años, por el Académico Mariano N. Castex, en oportunidad al recordatorio del centenario del natalicio de Carlos Bernaldo de Quirós. Así, en 1996, Castex refiere que ese proyecto de Declaración: “Digámoslo con claridad. No halló eco alguno. Como todo profeta en su tierra”; y, afirmando transcribir el texto presentado por Quirós realiza una síntesis del mismo, en la cual se omite sistemáticamente la palabra eugenesia y todos sus eventuales derivados (“Homenajes al Dr. Carlos H. Bernaldo de Quirós…”, 1996"Homenajes al Dr. Carlos H. Bernaldo de Quirós, al Ing. Rodolfo Martínez y al Dr. Milcíades A. Vignati, recordando el centenario de sus natalicios" (1996). En Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Tomo XXX, Buenos Aires, pp. 227-235., 227-229).


Ante la muerte de Quirós, acaecida en 1973, Manuel F. Castello, Presidente de la Academia, destacaría “su especial dedicación al estudio del hombre y la eugenesia como ciencia esencial de la vida humana (…) sus afanes de investigador lo llevaron a ser en el país y en América Latina el gran maestro de la Humanología” (Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, 1973Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires (1973). Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Tomo VII, Buenos Aires., 27). En esa ocasión, también habla el Capitán de Navío (R.E.) Laudelino H. Márquez, en nombre de la Asociación Profesional de Licenciados Eugenistas Humanólogos, discurso que resulta bien acogido por la Academia (Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, 1973Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires (1973). Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Tomo VII, Buenos Aires., 421-422).


Cabe observarse que el vocablo “eugenesia” es utilizado tanto por Quirós en 1971Bernaldo de Quirós, C. (1971). "El hombre y la ciencia". En Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Tomo V. Buenos Aires, pp 41-56. como en el homenaje ante su muerte (1973), siendo omitido recién en ocasión de la celebración de 1996. 


En paralelo, durante el período estudiado, también se fortaleció otra institución, mucho más antigua que la Sociedad Argentina de Eugenesia: nos referimos a la Liga Argentina de Profilaxis Social, entidad fundada en 1921 por Alfredo Fernández Verano y que, encargada de organizar y difundir el combate de las enfermedades venéreas, incorporó a su objetivo el de trazar diversas políticas eugénicas. 


Esta Liga, que hacia 1945 ya había organizado once celebraciones del Día Antivenéreo, fue reconocida por el gobierno peronista. En efecto, el impacto nacional e internacional de la labor de la Liga Argentina de Profilaxis Social en pos de la organización de la lucha contra el mal venéreo condujo luego, en 1946, al presidente Juan Domingo Perón a dictar un decreto declarando Día de la Higiene Social al primer domingo del mes de septiembre; siendo ello anunciado con énfasis por el Secretario de Salud Pública de la Nación, Ramón Carrillo, durante la apertura de la XII celebración del Día Antivenéreo (Carrillo, 1948Carrillo, R. (1948). "Alocución pronunciada por el Excelentísimo señor Secretario de Salud Pública de la Nación, Dr. Ramón Carrillo". En Liga Argentina de Profilaxis Social, El Día de la Higiene Social. Buenos Aires, pp. 37-39.). Visiblemente emocionado por ver a su obra puesta en valor, Fernández Verano afirmaba: “Ha sido menester —es de estricta justicia destacarlo—, que llegase a regir los destinos del país un gobierno inspirado en la defensa de los verdaderos intereses de la patria y de su mayor riqueza, la salud de sus habitantes, para que, después de un cuarto de siglo de estériles promesas, se adopte una política positiva en materia sanitaria” (Fernández Verano, 1948aFernández Verano, A. (1948a). "En la XIIª celebración anual del Día Antivenéreo". En Liga Argentina de Profilaxis Social, El Día de la Higiene Social. Buenos Aires, 1948, pp. 41-43., 41-42). La afinidad de Fernández Verano con el incipiente gobierno peronista quedaría recompensada a través de su designación como “delegado de la Secretaría de Salud Pública de la Nación” ante ese mismo evento (Fernández Verano, 1948bFernández Verano, A. (1948b). "Nuevas orientaciones de la lucha antivenérea". En Liga Argentina de Profilaxis Social, El Día de la Higiene Social. Buenos Aires, 1948, pp. 53-55.). En esa oportunidad, el vehemente Presidente de la Liga no dudó en denunciar un “complot táctico” en contra de la profilaxis antivenérea, que hasta ese momento estaba “en manos de los enemigos más acérrimos de toda profilaxis”, a quienes consideraba “más peligrosos que los mismos gérmenes morbosos” que se trataba combatir y responsabilizaba de un incremento del 700 % de los casos de sífilis (Fernández Verano, 1948bFernández Verano, A. (1948b). "Nuevas orientaciones de la lucha antivenérea". En Liga Argentina de Profilaxis Social, El Día de la Higiene Social. Buenos Aires, 1948, pp. 53-55., 55).


Carlos Bernaldo de Quirós, quien acudiera en esa ocasión como Delegado de la Sociedad Mexicana de Eugenesia (y no por Argentina) propuso, sin más, “higienizar la mente de los niños, en su condición de artífices naturales de su propio destino, de conservadores de su capital humano, de futuros esposos y padres responsables y de ciudadanos eugenésicos”; y de las niñas, a quienes debía “regularse eugénicamente su higiene mental”, para convertirlas en “artífices cósmicas de una gran nación”, en su carácter de “futuras madres educadoras eugénicas”, de “esposas hogareñas y directoras de reeducación social” (Bernaldo de Quirós, 1948Bernaldo de Quirós, C. (1948). "En la conmemoración del Día Antivenéreo". En Liga Argentina de Profilaxis Social, El Día de la Higiene Social. Buenos Aires, pp. 57-60., 58-59).


Durante la década de 1960, la Liga de Fernández Verano organizaría tres congresos internacionales de Salud Social (1964, 1966 y 1969) donde prosiguió proponiendo el certificado médico prenupcial y el control sanitario de inmigrantes, como medidas fundamentales para el control eugénico.


 

LA VISCOSIDAD CONCEPTUAL COMO REASEGURO DE SUPERVIVENCIA
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Si bien diversos textos escritos antes de 1945 entendieron a la raza ya como una entidad física ya como un artefacto cultural (Turda, 2010Turda, M. (2010). "Race, Science and Eugenics in the Twentieth Century". En Bashford, A. y Levine, P. (eds.), The Oxford Handbook of the History of Eugenics. New York: Oxford University Press, pp. 62-79., 66), el tardo-eugenismo argentino participó de una reformulación ampliada de las propuestas latinas anteriores al nazismo, agregando mayor énfasis sobre el control de la variable ambiental aunque sin renegar de la genética. En efecto, desde argumentaciones más vinculadas a la “Natural Eugenics” —tomando las palabras del eugenista británico muerto en 1940, Caleb Saleeby— hacia otras claramente identificadas con la “Nurtural Eugenics” (Turda, 2010Turda, M. (2010). "Race, Science and Eugenics in the Twentieth Century". En Bashford, A. y Levine, P. (eds.), The Oxford Handbook of the History of Eugenics. New York: Oxford University Press, pp. 62-79., 69) al otrora imprescindible control de las enfermedades venéreas se le agrega con mayor énfasis el control de la moral sexual; al rol fundamental del médico se le incorpora, quizás competitivamente, el papel del consejero, en general abogado o sacerdote; al miedo eugénico a la soltería se le aduna el miedo —también eugénico— al divorcio. Asimismo, el programa vinculado al fomento de la familia numerosa resultaría influido, quizás más que antes, por un modelo de familia ejemplar que desecha cualquier método anticonceptivo, no solo para evitar controlar cuantitativamente a la descendencia, sino básicamente, por su involucramiento en el “mal moral” que implicaba la disociación entre sexualidad y procreación. Y, claro está, a la tan temible “simulación” en la lucha por la vida se le une la no menos temible manifestación explícita de sexualidades desviadas; pudiéndose sintetizar, en definitiva, que al miedo al mal físico se le agrega el miedo al mal moral, hipotéticamente subyacente bajo la forma de comunismo, ateísmo, feminismo, prostitución u homosexualidad.


En ese contexto, cabe dejar abierta la posibilidad de pensar a esta pervivencia del tardo-eugenismo como uno de los sustratos teóricos sobre los que se asentó la identificación y persecución del “subversivo” infiltrado en el cuerpo social, habida durante la dictadura militar instaurada en Argentina en 1976. En efecto, su pretendida irrecuperabilidad legitimaba su aniquilamiento. Y, simultáneamente, una paralela confianza en el factor ambiental habilitaba, en sincronía con la tesis de Vallejo Nágera, el sistemático apartamiento y secuestro de sus hijos, así como la posterior entrega a familias “bien constituidas”[14]. El emblemático caso de los niños (hoy adultos) que, apropiados por los dictadores que hicieron “desaparecer” a sus padres y adulteraron su identidad, resulta más que elocuente.


De esta manera, “neolamarkianas” indagaciones ambientales y prácticas genocidas quedaron integradas bajo argumentaciones biopolíticas como la que hiciera en 1982 Calderón Bouchet, un doctrinario del pensamiento católico argentino, para quien “la defensa de las cualidades físicas, de las creencias y costumbres de un pueblo y la consecuente negación a dejar que otro pueblo atente contra ellas” era “una reacción sana y natural del racismo”. Una virtud de la “estirpe que ha querido conservar un tipo humano contra las contaminaciones de un mestizaje irreflexivo”. “A este racismo natural y sano se opone la política igualitaria que cree o finge creer en la igualdad de todos los hombres” cuya sola invocación caracterizaba la patología subversiva. En definitiva, para esta perspectiva que fundía racismo con un antimalthusiano poblacionismo selectivo, “las razas humanas existen y la invitación a pasar tranquilamente sobre este hecho como si no existiera, tiene el inconveniente de crear actitudes artificiales que lejos de curar exasperan en mal. La preocupación para que una estirpe mantenga su coherencia biológica es natural y humana” (Calderón Bouchet, 1982Calderon Bouchet, R. (1982). "Notas sobre el Fascismo (V)". Cabildo, 57, pp. 29-31. Buenos Aires.).


Para finalizar, y retomando nuestras reflexiones sobre la perduración (y fortalecimiento) de la eugenesia en Argentina luego de 1945, descartamos la posibilidad de que esa continuidad fuera motivada por un efecto inercial. Lo inercial implica cierta continuidad —desacelerada— de ideas motivada por diversos factores, mientras que, como hemos intentado demostrar en estas páginas, la revisión de la cuestión en Argentina denota la existencia de un tardo-eugenismo que, lejos de desacelerarse, resultó fortalecido. 


Ese reforzamiento, que en el plano teórico implicó un significativo sinergismo entre nature y nurture, y, en lo institucional, permitió, por ejemplo, que se llegasen hasta a expedir títulos universitarios reconocidos por la Nación argentina, se originó en la conjunción de diversas variables. Entre ellas, parece indudable recordar la protagónica presencia de la Iglesia Católica en ámbitos decisionales del Estado así como el marcado fortalecimiento de vínculos endogámicos regionales latinoamericanos vinculados a la eugenesia (Miranda, 2012Miranda, M. (2012). "La Argentina en el escenario eugénico internacional". En Miranda, M. y Vallejo, G. (dirs.), Una historia de la eugenesia. Argentina y las redes biopolíticas internacionales (1912-1945). Buenos Aires: Biblos, pp. 19-64.). 


Así, de la misma manera que desde la historiografía se ha afirmado con cierta insistencia —al menos desde la obra de Kevles— que luego de la Segunda Guerra Mundial tan solo continuaron en algunos contextos moderadas versiones eugénicas no-racistas y, a partir de la década de 1960 la palabra “eugenesia” desapareció del discurso público (Roll-Hansen, 2010Roll-Hansen, N. (2010). "Eugenics and the Science of Genetics". En Bashford, A. y Levine, P. (eds.), The Oxford Handbook of the History of Eugenics. New York: Oxford University Press, pp. 80-97., 91), la realidad local parece ser otra. De esta manera, el tardo-eugenismo latino presente en la Argentina, invita a ser pensado, además, desde una lectura biopolítica de los totalitarismos en la región.

 

NOTAS Top

[1]

Este trabajo forma parte de una investigación subsidiada por el CONICET (PIP 114-201101-00046) de Argentina. Asimismo, se enmarca dentro del proyecto “Ciencia y creencia entre dos mundos. Evolucionismo, biopolítica y religión en España y Argentina”, de referencia HAR2010-21333-C03-CO3, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España.

[2]

Utilizamos aquí el concepto de paradigma en el sentido dado por Kuhn, 1962Kuhn, T. (1962). The Structure of Scientific Revolutions. Chicago: The University of Chicago Press..

[3]

Una excelente síntesis de estas posturas puede verse en: Burke, 1993Burke, P. (ed.) (1993). Formas de hacer historia. Madrid: Alianza Universidad..

[4]

El concepto de biopolítica es utilizado por Foucault por primera vez en 1974 en la segunda de sus conferencias sobre medicina social en la Universidad de Río de Janeiro (Foucault, 1977Foucault, M. (1977). "El nacimiento de la medicina social". Revista Centroamericana de Ciencias de la Salud, Nº 6, pp. 89-108, San José.). Como es sabido, a los aportes fundamentales de Foucault, se agregan, entre otras, las sustanciales obras de Agamben, 1998Agamben, G. (1998). Homo Sacer. El poder soberano y la nuda vida. Valencia: Pretextos.; Agamben, 2004Agamben, G. (2004). Estado de excepción. Buenos Aires: Adriana Hidalgo.; Espósito, 2005Espósito, R. (2005). Inmunitas. Protección y negación de la vida. Buenos Aires: Amorrortu.; Espósito, 2009Espósito, R. (2009). Comunidad, inmunidad y biopolítica. Madrid: Herder.; y Negri, 2007Negri, A. (2007). "El monstruo político. Vida desnuda y potencia". En Giorgi, G.; Rodríguez, F.; Deleuze, G.; Foucault, M.; Negri, A.; Zizek, S. y Agamben, G. (comps.), Ensayos sobre biopolítica. Buenos Aires: Paidós, pp. 93-139..

[5]

Ver, por ejemplo: Miranda, 2005Miranda, M. (2005). "La biotipología en el pronatalismo argentino (1930-1983)". Asclepio, Vol. LVII (Fasc. 1), pp. 189-218, Madrid.; Miranda, 2011Miranda, M. (2011). Controlar lo incontrolable. Una historia de la sexualidad en Argentina. Buenos Aires: Biblos.; Miranda y Girón Sierra, 2009Miranda, M. y Girón Sierra, A. (coords.) (2009). Cuerpo, biopolítica y control social. América Latina y Europa en los siglos XIX y XX. Buenos Aires: Siglo XXI.; Miranda y Vallejo (comps.), 2005Miranda, M. y Vallejo, G. (comps.) (2005). Darwinismo social y eugenesia en el mundo latino. Buenos Aires: Siglo XXI.; Miranda y Vallejo (dirs.), 2012Miranda, M. y Vallejo, G. (dirs.) (2012). Una historia de la eugenesia. Argentina y las redes biopolíticas internacionales (1912-1945). Buenos Aires: Biblos.; Vallejo y Miranda, 2004Vallejo, G. y Miranda, M. (2004). "Los saberes del poder: Eugenesia y Biotipología en la Argentina del siglo XX". Revista de Indias, Vol. LXIV (Nº 231), pp. 425-444, Madrid.; Vallejo y Miranda (comps.), 2007Vallejo, G. y Miranda, M. (comps.) (2007). Políticas del cuerpo. Estrategias modernas de normalización del individuo y la sociedad. Buenos Aires: Siglo XXI.; Vallejo y Miranda (dirs.), 2010Vallejo, G. y Miranda, M. (dirs.) (2010). Derivas de Darwin. Cultura y política en clave biológica. Buenos Aires: Siglo XXI..

[6]

La existencia e intensidad de los vínculos entre nuestro país y el fascismo quedaron acreditadas en diversos textos, entre los que cabe destacar: Stepan, 1999 y 2005; García González y Álvarez Peláez, 1999García González, A. y Álvarez Peláez, R. (1999). En busca de la raza perfecta. Madrid: CSIC.; Scarzanella, 1999Scarzanella, E. (1999). Italiani malagente. Inmigrazione, criminalità, razzismo in Argentina, 1890-1940. Milano: Franco Angeli, (Hay versión en español: Scarzanella, Eugenia (2003). Ni gringos ni indios. Inmigración, criminalidad y racismo en la Argentina, 1890-1940, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes). y 2003; Miranda, 2005Miranda, M. (2005). "La biotipología en el pronatalismo argentino (1930-1983)". Asclepio, Vol. LVII (Fasc. 1), pp. 189-218, Madrid.; Miranda, 2011Miranda, M. (2011). Controlar lo incontrolable. Una historia de la sexualidad en Argentina. Buenos Aires: Biblos.; Miranda y Girón Sierra, 2009Miranda, M. y Girón Sierra, A. (coords.) (2009). Cuerpo, biopolítica y control social. América Latina y Europa en los siglos XIX y XX. Buenos Aires: Siglo XXI.; Miranda y Vallejo, 2005Miranda, M. y Vallejo, G. (comps.) (2005). Darwinismo social y eugenesia en el mundo latino. Buenos Aires: Siglo XXI.; y Miranda y Vallejo, 2012Miranda, M. y Vallejo, G. (dirs.) (2012). Una historia de la eugenesia. Argentina y las redes biopolíticas internacionales (1912-1945). Buenos Aires: Biblos.; Vallejo y Miranda, 2004Vallejo, G. y Miranda, M. (2004). "Los saberes del poder: Eugenesia y Biotipología en la Argentina del siglo XX". Revista de Indias, Vol. LXIV (Nº 231), pp. 425-444, Madrid.; Vallejo y Miranda, 2007Vallejo, G. y Miranda, M. (comps.) (2007). Políticas del cuerpo. Estrategias modernas de normalización del individuo y la sociedad. Buenos Aires: Siglo XXI.; y Vallejo y Miranda, 2010Vallejo, G. y Miranda, M. (dirs.) (2010). Derivas de Darwin. Cultura y política en clave biológica. Buenos Aires: Siglo XXI..

[7]

La cursiva es nuestra.

[8]

Ver: Sitio oficial de la Comuna de Noicàttaro, 2012Sitio oficial de la Comuna de Noicàttaro (2012). [fecha de consulta: 24-09-2012]. Disponible en: www.comune.noicattaro.bari.it.

[9]

Para un panorama del impacto negativo que generó entre sus admiradores la firma del Manifiesto, recomendamos ver: Finzi, 2003Finzi, R. (2003). L’Università italiana e le leggi antiebraiche. Roma: Riuniti..

[10]

Fuente: http://search.nobelprize.org/search/nobel/?q=Pende&i=en consultada el 19-9-2012. Puesto que las reglas de la organización otorgante prescriben que los nombres de los nominados solo pueden darse a publicidad después de 50 años, desconocemos si luego de 1951 Pende volvió a ser propuesto para el premio.

[11]

Ver: http://www.ssscienza.uniba.it/scienziatidipuglia/Libro/Pende_Nicola.pdf p. 410.

[12]

En efecto, en una publicación actual de la Università degli Studi di Bari se afirma: “Qualcuno ha ritenuto che il medico argentino avesse più che un debito intellettuale nei confronti dell’italiano” (Ver: http://www.ssscienza.uniba.it/scienziatidipuglia/Libro/Pende_Nicola.pdf p. 410).

[13]

La polarización partidaria entre peronistas y antiperonistas influyó también en el diseño de estrategias eugénicas, aun cuando ambos sectores coincidían en la necesidad de su implementación. Ver, Miranda, 2007Miranda, M. (2007). "Doxa, eugenesia y derecho en la Argentina de postguerra (1949-1957)". En Vallejo, G. y Miranda, M. (comps.), Políticas del cuerpo. Estrategias modernas de normalización del individuo y la sociedad. Buenos Aires: Siglo XXI, pp. 97-129..

[14]

Para profundizar sobre el pensamiento de este médico español, puede verse: Álvarez Peláez, 1998Álvarez Peláez, R. (1998). "Eugenesia y fascismo en la España de los años treinta". En Huertas, R. y Ortiz, C. (eds.), Ciencia y fascismo. Madrid: Doce Calles, pp.77-95. y Huertas, 2002Huertas, R. (2002). Los médicos de la mente. Madrid: Nivela..

 

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