ARBOR Ciencia, Pensamiento y Cultura 197 (799)
Enero-Marzo, 2021, a593
ISSN: 0210-1963, eISSN: 1988-303X
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Manifiesto de ciencia abierta y colaborativa en el desarrollo de la red Open and Collaborative Science in Developtment (OCSD): contexto e influencia

Leslie Chan

Universidad de Toronto

Copyright: © 2021 CSIC. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia de uso y distribución Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional (CC BY 4.0).

Entre 2015 y 2018 se conformó la Red de Ciencia Abierta y Colaborativa para el Desarrollo (Open and Collaborative Science in Developtment, OCSD), una red de investigación que comprendía doce proyectos en los que estaban involucrados veintiséis países del denominado Sur global. El proyecto fue financiado por el International Development Research Centre (IDRC) de Canadá y el Department of International Development en el Reino Unido. Los equipos de investigación participantes fueron también analizados como casos de estudio para intentar responder a la principal pregunta de investigación del proyecto: cómo y en qué condiciones la «ciencia abierta y colaborativa» podría conducir a nuevas formas de pensar y practicar la producción de conocimiento en diversos contextos en el sur global.

Desde sus comienzos, la red OCSD ubicó estratégicamente la colaboración como un elemento clave en la forma de pensar la producción de conocimiento dentro de la propia red. Estaba compuesta de investigadores que pertenecían a diferentes contextos socio-técnicos y, por tanto, existían desigualdades en el acceso a los recursos y en las dinámicas de poder de la producción de conocimiento. El marco de la ciencia abierta, que se basa en el paradigma científico universal y empírico-positivista, ha enfatizado más que nada la competencia y el papel de las herramientas y las prácticas de producción cognitiva. Esta visión tecnocrática resultaba demasiado restrictiva y poco inclusiva para quienes forman parte de la red OCSD, que sentían que sus valores y experiencias no eran tenidas en cuenta por la visión convencional de la ciencia abierta. Además, compartían una seria preocupación por la posibilidad de que la visión acrítica y técnica de la ciencia abierta replique y amplifique desequilibrios de poder en la producción global de conocimiento.

El Manifiesto de ciencia abierta y colaborativa fue desarrollado como una herramienta para hacer frente a esas ideas. Aunque el diseño original de la red OCSD no contemplaba la producción del manifiesto, se acordó colectivamente la elaboración de un documento conjunto que consolidase el entendimiento compartido de aquello que la ciencia abierta y colaborativa le ofrece a la investigación científica y el desarrollo desde diferentes perspectivas. El manifiesto en sí mismo fue el resultado de un proceso participativo basado en ejercicios de construcción de consensos y colaboración en red. Durante un año, el equipo de coordinación de la red OCSD estableció una serie de mecanismos participativos para su elaboración que incluyeron: talleres de edición, videoconferencias colectivas, actividades de revisión de pares y discusiones en grupos de Google, en los cuales quienes conforman la red debatieron y compartieron sus miradas sobre las características centrales de la ciencia abierta.

El resultado es un manifiesto optimista, reflexivo y crítico que consolida tanto los valores comunes como el vocabulario y los lenguajes usados por la comunidad OCSD para discutir sobre apertura, colaboración e inclusión en ciencia. Encapsulado en siete principios, relevantes para múltiples contextos en el Sur global, su intención fue estimular debates críticos sobre normas y valores de las prácticas de conocimiento abierto y llamar la atención de aquellos que tienen la capacidad para construir la agenda de investigación, discutiendo sobre la titularidad de los conocimientos y cuáles de ellos resultan relevantes.

El documento introduce un marco reflexivo y crítico que reconoce el papel que juegan las relaciones de poder en la producción de conocimiento y admite que el proceso de ciencia abierta tiene lugar en una variedad de contextos en los que intervienen personas diversas que enfrentan y negocian un conjunto particular de barreras, desafíos y oportunidades en sus respectivas regiones. La red OCSD considera que la apertura es un proceso continuo de negociaciones bajo diferentes situaciones y, por lo tanto, la contextualización siempre es crucial. Al mismo tiempo, entiende que la ciencia abierta debería verse como un compromiso para abrir la producción de conocimiento así como el proceso de legitimación, con el fin de incluir saberes y personas que tradicionalmente han sido excluidos, marginados o subrepresentados.

Desde la publicación del manifiesto de la red OCSD en 2017, su mensaje central ha sido muy bien recibido, discutido y debatido en diversos espacios, incluyendo conferencias locales y regionales, talleres sobre ciencia abierta y también en redes sociales. El mensaje de equidad cognitiva y epistémica o justicia cognitiva ha circulado ampliamente en el contexto de la ciencia abierta. El manifiesto ha sido citado en el contexto de la reconsideración de la estructura de incentivos y premios al financiamiento de la investigación y la evaluación, la relevancia sobre la importancia de disponer de infraestructuras de conocimiento gobernadas de forma comunitaria, y las consideraciones sobre las asociaciones académicas igualitarias entre socios del norte y el Sur global.

El manifiesto también ha resonado entre las comunidades de ciencia ciudadana en la medida que hay un creciente reconocimiento de la existencia de valores y principios comunes. Esto es así particularmente con relación a los derechos de los ciudadanos para comprometerse en la producción de conocimientos y a su autonomía para establecer la agenda de investigación. Al mismo tiempo, el manifiesto también ha permitido establecer conexiones con comunidades de producción de conocimiento que no estaban conectadas previamente con la discusión sobre ciencia abierta. Esto se debe a que incorpora, entre otras, las ideas y marcos conceptuales de teorías feministas globales, de la idea de buen vivir en América Latina, de los principios de la filosofía Ubuntu en Sudáfrica, del pensamiento decolonial, de las teorías críticas sobre la raza, y de formas de conocimiento indígena.

Su mensaje resalta un marco pluriuniversal que valora la ecología de conocimientos diversos, mientras que descentra la visión hegemónica de la ciencia, resuena cada vez más con los movimientos actuales de decolonización en el ámbito académico. Más recientemente, el Manifiesto ha sido fuertemente citado en un breve reporte financiado por la Comisión Canadiense de UNESCO que informaba sobre la consulta llevada a cabo en 2020 para la construcción de una Recomendación sobre Ciencia Abierta en 2021.

Estamos encantados que el manifiesto se recoja en Arbor, sumándose al diálogo que abre este monográfico, y esperamos que contribuya así a que continúe el debate y la mejora de la ciencia abierta, y sobre todo, el intercambio de ideas.

Manifiesto de ciencia abierta y colaborativa

https://ocsdnet.org/wp-content/uploads/2015/04/Manifesto-Infographic-Spanish-1.pdf