ARBOR Ciencia, Pensamiento y Cultura 198 (805)
julio-septiembre, 2022, a658
ISSN: 0210-1963, eISSN: 1988-303X
https://doi.org/10.3989/arbor.2022.805006

JESÚS GALÍNDEZ SUÁREZ: DOCENTE DE LA UNIVERSIDAD DE COLUMBIA (1915-1956)

JESÚS GALÍNDEZ SUÁREZ: COLUMBIA UNIVERSITY TEACHER (1915-1956)

David Mota Zurdo

Universidad Isabel I

https://orcid.org/0000-0002-9578-8069

Resumen

En este artículo se analiza la labor docente de Jesús Galíndez Suárez en diferentes instituciones universitarias americanas. El objetivo es desmitificar a este político nacionalista vasco y delegado del Gobierno vasco en el exilio en Nueva York, cuya figura ha estado rodeada por la conspiración y el espionaje de la Guerra Fría debido a su misteriosa desaparición, y poner en valor una faceta habitualmente olvidada: su puesto de profesor en la Universidad de Columbia, una de las más prestigiosas de Estados Unidos. En esta investigación se han utilizado fuentes inéditas de los archivos de la Universidad de Columbia y de la Universidad de Rutgers.

Palabras clave: 
Jesús Galíndez Suárez; exilio nacionalista vasco; docente; Estados Unidos; Universidad de Columbia; Gobierno Vasco en el exilio
Abstract

This article analyses the teaching work of Jesús Galíndez Suárez in different North American universities. The objective is to demystify this Basque nationalist politician and delegate of the Basque Government-in-exile in New York, whose figure has been surrounded by Cold War conspiracy and espionage due to his mysterious disappearance, and to value a habitually forgotten facet: his teaching position at Columbia University, one of the most prestigious in the United States. Unpublished sources from the archives of Columbia University and Rutgers University have been used in this research.

Keywords: 
Jesús Galíndez Suárez; Basque nationalist exile; teacher; United States; Columbia University; Basque government-in-exile

Recibido: 15  enero  2020. Aceptado: 26  noviembre  2021. Publicado: 28 octubre 2022

Cómo citar este artículo/Citation:  Mota Zurdo, David (2022). Jesús Galíndez Suárez: docente de la Universidad de Columbia (1915-1956). Arbor, 198(805): a658. https://doi.org/10.3989/arbor.2022.805006

CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN

 

El profesor y político nacionalista vasco Jesús Galíndez Suárez ha pasado a la historia más por las controversias que rodearon a su figura (comunista, espía, homosexual y agente del FBI), alimentadas por películas como el Misterio Galíndez y crónicas narrativas como Galíndez de Manuel Vázquez Montalbán que por aquellas cuestiones que humanizarían al personaje y lo ubicarían lejos de la narrativa detectivesca, a saber: sus misiones (para-)diplomáticas como delegado del Gobierno vasco en el exilio en República Dominicana y Estados Unidos (EE.UU.); su participación en organizaciones políticas supranacionales americanas de promoción democrática durante la Guerra Fría; o su cercanía a la intelectualidad norteamericana.

Esta situación se debe a que los investigadores que se han acercado a su figura lo han hecho fascinados por la historia de un espía, al que se le ha descrito como un convencido pro-estadounidense de espíritu anticomunista que traicionó a sus compatriotas de la España republicana por motivos que estratégicamente eran fundamentales tanto para su partido como para el gobierno a los que servía; es decir, por su lealtad al Partido Nacionalista Vasco (PNV), al Gobierno vasco y a su patria, Euskadi. En efecto, la cantidad de monografías y artículos que se detienen en su figura para destacar su trabajo como informador en las diferentes agencias de espionaje dependientes del gobierno estadounidense ha eclipsado la obra política, literaria y docente que desarrolló durante su exilio en América.

Este madrileño de nacimiento, pero vasco de adopción, fue uno de los exiliados republicanos de la guerra civil española que más contribuyó al conocimiento del régimen dictatorial dominicano gracias a su tesis doctoral La Era Trujillo, póstumamente publicada por la Universidad de Columbia, donde impartió docencia. Pero también fue una figura cardinal del exilio a la hora de comprometerse con organizaciones políticas que promovieron la democracia en América, como sucedió en 1950, cuando fue invitado como observador del Gobierno vasco a una conferencia pro-democracia en La Habana de la que surgió la Inter-American Association for Democracy and Freedom: una plataforma para la defensa de los Derechos Humanos en América compuesta por figuras estadounidenses de importante prestigio político e intelectual (Mota Zurdo, 2016: 250Mota Zurdo, David (2016). Un sueño americano. El Gobierno vasco en el exilio y Estados Unidos (1937-1979). Oñati: IVAP. https://doi.org/10.4000/bhce.785 ).

Pero ¿quién fue Galíndez? ¿cuál es la imagen que se ha proyectado sobre este personaje en la sociedad? A lo largo de este artículo se pone en valor su figura como delegado y, especialmente, se arroja luz sobre su desempeño docente en dos universidades de prestigio: la de Columbia y la Escuela Libre de Estudios Avanzados.

2. UNA BIOGRAFÍA CONTROVERTIDA

 

Una de las dificultades a las que se enfrenta el investigador interesado por la figura de Jesús Galíndez Suárez es la discusión que existe en torno a su lugar de nacimiento: ¿Madrid o Amurrio? El político nacionalista vasco nació un 12 de octubre de 1915 en Madrid, pero si ha habido polémica en torno a su origen se debe, por un lado, a la repetición por parte de los investigadores de un error endémico, fruto de la ausencia de análisis de aquellas fuentes que lo corroboraran o lo desmintieran y, por otro, a los usos partidistas realizados por cierta literatura que ha procedido a situar su lugar natal en la localidad alavesa de Amurrio, aprovechando su vinculación familiar con este municipio alavés, situado en el valle de Ayala.

Hasta abril de 2021 se podía leer en la versión en línea de la enciclopedia Auñamendi lo siguiente sobre Galíndez: «Jurista y escritor vasco nacido en Amurrio (Álava) el 12 de octubre de 1915 (…) hijo de un médico oculista, al morir su madre se traslada con toda la familia a Madrid» (Estornés Lasa, s.f.Estornés Lasa, Mariano (s.f.). Galíndez Suárez, Jesús de. Enciclopedia Auñamendi [en línea], Disponible en http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/es/galindez-suarez-jesus-de/ar-55785/.). Un texto que ha sido modificado gracias a Juan Aguirre, periodista de Radio Euskadi, que accedió a uno de mis trabajos y solicitó la subsanación del error en su lugar de nacimiento. Porque si se atiende a lo que han señalado Bernardo y Goiogana (2006)Bernardo, Iñaki y Goiogana, Iñaki (2006). Galíndez: la tumba abierta. Guerra, exilio y frustración. Bilbao: FSA. en su estudio sobre Galíndez, la obra más completa sobre este personaje hasta el momento, éste nació en Madrid.

La muerte de su madre durante el parto fue traumática para él, hasta el punto de que le dejó una importante huella en su personalidad. Sufrió importantes problemas psicológicos que se presentaron durante su adolescencia y que le generaron un profundo sentimiento de culpabilidad. Su padre se hizo cargo de él, pero pronto rehízo su vida, al casarse de nuevo y tener otro hijo. Pese a estos cambios, su residencia habitual continuó siendo Madrid, al margen de que todos los veranos se trasladara a Amurrio, donde vivió una especial vinculación con la tierra de sus antepasados y sintió «la experiencia nacional», gracias a las historias que le contó su padre y su abuelo sobre el prestigio social de su familia1 Amurrio se encuentra dentro del valle de Ayala una zona que está situada al noroeste de Álava, limitando con Vizcaya y Burgos. A ojos de Galíndez representaría a la Euskadi más bucólica y tradicional.. Este sentimiento fue uno de los factores clave que le llevó a entablar sus primeros contactos con el nacionalismo vasco y a plasmar su experiencia e impresiones en La muy noble y muy leal tierra de Ayala, su señorío y su fuero, una loa a la cuadrilla en la que habían vivido sus ancestros2 Cuadrilla es el término utilizado para subdividir comarcalmente el territorio alavés y cuya procedencia es del siglo XVI. Su función era la de atender a las zonas rurales donde no llegaban todos los servicios dotándoles de un organismo que se ocupara de ellos. .

En 1936 se graduó en Derecho por la Universidad Central de Madrid, obteniendo el premio nacional de licenciatura por su tesis El Caserío Vasco y al poco tiempo se convirtió en profesor ayudante del catedrático de Derecho Civil, Felipe Sánchez Román3 Hijo del ministro del Partido Liberal, Felipe Sánchez Román, que fue ministro del Estado durante la presidencia de Montero Ríos en 1905. Felipe Sánchez Román hijo abandonó su cátedra como forma de oponerse al régimen dictatorial instaurado por Miguel Primo de Rivera. Asimismo, participó en el movimiento republicano estando presente en el pacto de San Sebastián. En 1934 fundó el Partido Nacional Republicano y en 1936 fue ministro sin cartera del efímero gobierno de Diego Martínez Barrio instaurado el 19 de julio de 1936. Sobre este personaje (Serrano Migallón, 2003: 377).. Sus largas estancias en Madrid no impidieron que mantuviera una estrecha relación con Amurrio y con el nacionalismo vasco. En 1932 se afilió al PNV e ingresó en las filas de la agrupación de estudiantes vascos, Eusko Ikasle Abertzale Batza. Durante la guerra civil española, participó como asesor jurídico del partido en Madrid; por orden de José Antonio Aguirre, el primer lehendakari vasco, se puso al frente de un Comité-Delegación del PNV con la misión de expedir salvoconductos que identificaban a sus portadores como simpatizantes de la República y facilitaban su evacuación hacia zonas seguras en Valencia y Barcelona (Bernardo y Goiogana, 2006: 28-29Bernardo, Iñaki y Goiogana, Iñaki (2006). Galíndez: la tumba abierta. Guerra, exilio y frustración. Bilbao: FSA.). También desempeñó labores humanitarias dentro de la Sección de Presos y Desaparecidos del Gobierno republicano, asociada al ministerio de Justicia que presidía el jeltzale4 Este término que se utiliza para referirse a los políticos del PNV hace referencia a su lema fundacional, JEL (Jaungoikoa eta Lege Zaharra, Dios y Ley Vieja). Manuel Irujo, como narró en sus memorias: Los vascos en el Madrid sitiado (Galíndez, 1945Galíndez, Jesús (1945). Principales conflictos de Leyes en la América Actual. Buenos Aires: Ekin.).

Igualmente, durante la guerra, decidió luchar en el frente a favor del Gobierno vasco -constituido en octubre de 1936- primero, como jefe de la Guardia del PNV, defendiendo con gran firmeza a los políticos nacionalistas afincados en la capital de España, y, después, tras la caída de Bilbao en 1937, como oficial del cuerpo jurídico de la 142 Brigada Mixta Vasco-Pirenaica en la que combatió hasta la caída de Cataluña. Parte de este contenido, lo plasmó en otra de sus obras literarias Estampas de la guerra (Galíndez, 1951Galíndez, Jesús (1951). Estampas de la guerra. Buenos Aires: Ekin.), donde mostró la parte más cruel de la guerra (Cassá Bernaldo de Quirós, 2010: 19Cassá Bernaldo de Quirós, Constancio (2010). Jesús de Galíndez. Escritos desde Santo Domingo y artículos contra el régimen de Trujillo en el exterior. Santo Domingo: Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Archivo General de la Nación, vol. CXI.).

3. PRIMER EXILIO: SANTO DOMINGO

 

En febrero de 1939, tras la toma de Cataluña por las fuerzas militares franquistas, Galíndez pasó a Francia junto con otros soldados republicanos. Aquí no solo sufrió la dureza del destierro, sino que fue recluido en el campo de concentración de Vernet-les-Bains (Ariège), donde permaneció siete meses hasta que pudo escapar a Burdeos. Allí, gracias a las gestiones realizadas por Julio Jáuregui y Miguel José Garmendia, con quienes mantuvo comunicación directa a través de la valija interna del PNV y del Gobierno vasco, consiguió un pasaje de barco para la República Dominicana que pagó su padre en el otoño de 1939 con la intención de evitar un fatídico desenlace debido al estallido de la II Guerra Mundial y las precarias condiciones del exilio en Francia.

La elección del país caribeño fue producto de sus contactos con el ministro de Asuntos Exteriores dominicano, César Tolentino Rojas, quién le sugirió esta posibilidad a finales de noviembre de 1939. La razón de por qué eligió la isla de Santo Domingo la dio en su obra La Era Trujillo:

«[…] busqué desde el principio un país pequeño a donde no se dirigiera la riada de refugiados y pudiera actuar por mí mismo, para bien o para mal. Pensé en la República Dominicana y Paraguay, por haber conocido a sus representantes diplomáticos en Madrid durante el sitio; no pude localizar al encargado de Negocios paraguayo, pero en una de mis aventuras por Francia en el año 1939 encontré toda clases de facilidades en el cónsul dominicano de Burdeos, Narciso Félix (q.e.p.d.), a cuya memoria siempre estaré agradecido» (Galíndez, 1999: 264Galíndez, Jesús (1999). La Era Trujillo. Santo Domingo: Editorial Letra Gráfica.).

Con su partida a República Dominicana Galíndez quiso evitar ser partícipe de los problemas que, a su modo de ver, provocaba la emigración masiva dirigida por el Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE), auspiciado por Juan Negrín, y la Junta de Auxilio de los Republicanos Españoles (JARE), patrocinada por Indalecio Prieto, a países como México, Chile o Venezuela. Por eso optó por el país caribeño, aprovechando que Trujillo se había mostrado favorable a la recepción de los exiliados republicanos españoles a los que consideraba mano de obra cualificada para modernizar el país y, sobre todo, porque quería blanquear a la población dominicana, fundamentalmente negra o mulata (Bernardo y Goiogana, 2006: 50Bernardo, Iñaki y Goiogana, Iñaki (2006). Galíndez: la tumba abierta. Guerra, exilio y frustración. Bilbao: FSA.). La sorpresa fue mayúscula para el caudillo Trujillo cuando se encontró con una emigración de intelectuales y políticos que dieron un empujón al desarrollo cultural e intelectual de la República Dominicana pero que muy poco hicieron por mejorar los sectores que el dictador consideraba estratégicos.

Galíndez llegó solo, soltero y con 24 años a la isla de Santo Domingo. Si bien, tenía amigos que conservaba de su etapa de estudiante, como el caso de Alfredo Matilla, antiguo profesor de la Universidad Central de Madrid, que le ofreció su hospitalidad y con quién vivió durante buena parte de su estancia en la isla antillana. Pronto empezó a trabajar como taquígrafo, copiando los cursos y conferencias de los docentes para venderlos a los estudiantes, y prestando servicios de redacción para tesis universitarias. Merecidamente consiguió la cátedra de la Escuela Diplomática y Consular del Departamento de relaciones exteriores, dependiente de la secretaría del mismo nombre que presidía Arturo Despradel. Esta posición fue el trampolín que le catapultó a puestos de la estructura administrativa dominicana, donde fue asesor del Departamento del Tesoro y del Departamento de Trabajo y Economía (Bernardo y Goiogana, 2006: 51Bernardo, Iñaki y Goiogana, Iñaki (2006). Galíndez: la tumba abierta. Guerra, exilio y frustración. Bilbao: FSA.).

Paralelamente a estas labores, Galíndez investigó y escribió ensayos y libros de temática variada, en su mayoría publicados por la editorial nacionalista vasca Ekin en Argentina y México, como La aportación vasca al Derecho Internacional (1942Galíndez, Jesús (1942). La aportación vasca al Derecho Internacional. Buenos Aires: Ekin.), Los vascos en el Madrid sitiado (1945Galíndez, Jesús (1945). Los vascos en el Madrid sitiado. Buenos Aires: Ekin.) o Principales conflictos de leyes en la América actual (1945Galíndez, Jesús (1945). Principales conflictos de Leyes en la América Actual. Buenos Aires: Ekin.). También se encargó de asuntos relacionados con el Gobierno vasco como ayudar en las labores de su delegación institucional en la República Dominicana, primero, dirigida por Eusebio de Irujo, y, luego, encabezada por él mismo hasta su marcha a Nueva York.

Durante los años que pasó en Ciudad Trujillo, que coinciden con los de la II Guerra Mundial y el estallido de la Guerra Fría, Galíndez, como delegado vasco en la zona y, por ende, inmediato responsable del Servicio Vasco de Información (SVI), entró en contacto con el agregado militar de la embajada estadounidense en el país caribeño y con los responsables del Federal Bureau of Investigation (FBI), cuya jurisdicción en aquellos momentos de guerra era todo el hemisferio occidental, a los que informó sobre la marina mercante pro nazi que se dirigía a Latinoamérica e investigó la infiltración de agentes nazis, falangistas y comunistas dentro de la colonia española (Jiménez de Aberásturi y Moreno Izquierdo, 2009Jiménez de Aberásturi, Juan Carlos. y Moreno Izquierdo, Rafael (2009). Al Servicio del extranjero. Historia del Servicio Vasco de Información (1936-1943). Madrid: Antonio Machado.; Jiménez de Aberásturi, 1999Jiménez de Aberásturi, Juan Carlos (1999). De la derrota a la esperanza. Políticas vascas durante la II Guerra Mundial (1937-1947). Oñati: IVAP.; Mota Zurdo, 2017bMota Zurdo, David (2017b). La fallida Operación Airedale. La OSS y el Servicio Vasco de Información contra la Alemania nazi. Historia Autónoma, 10: 145-162. https://doi.org/10.15366/rha2017.10.008 ; Oiarzabal y Tabernilla, 2017Oiarzabal, Pedro J. y Tabernilla, Guillermo (2017). El enigma del mito y la historia: «basque code talkers» en la Segunda Guerra Mundial. La OSS y el Servicio Vasco de Información-La Organización Airedale. Saibigain: Revista digital de la Asociación Sancho de Beurko, 3: 1-156.).

Pero al margen de esta cuestión, lo que interesa destacar aquí es, como se ha indicado, su labor como docente universitario y como asesor político, pues le permitió conocer los entresijos del régimen trujillista. Precisamente, su proactividad le permitió tener acceso a información sensible como reflejó en sus labores periodísticas para varias publicaciones del exilio que le permitieron lograr un premio literario como escritor. Parte de esos textos quedaron reflejados en el libro Cinco leyendas del trópico (Galíndez, 1944Galíndez, Jesús (1944). Cinco leyendas de trópico. Ciudad Trujillo: La Opinión.). En este reflejó muy bien su conocimiento de la República Dominicana y del régimen de Trujillo, y se granjeó amistades entre los opositores a la dictadura, tenazmente perseguidos por el dictador, incluso con asesinatos. Esta proximidad al antitrujillismo le hizo entrar en la lista negra de la dictadura y, por eso, en cuanto tuvo ocasión, tomó la decisión de marcharse.

4. ESTADOS UNIDOS: TIERRA DE PROMISIÓN

 

Tras el fin de la II Guerra Mundial, el lehendakari Aguirre requirió de sus servicios en Nueva York, donde se trasladó en febrero de 1946. Su intención era que acudiera a las sesiones de la recién creada Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde el Gobierno vasco en el exilio tenía un asiento como observador, para sumar esfuerzos con las personalidades políticas republicanas y hacer labores de lobby antifranquista. Asimismo, ya en Nueva York, se encargó de la delegación del Gobierno vasco, que asumió en 1949, llevando a cabo gestiones en el medio político norteamericano, asistiendo a reuniones en Washington DC y recaudando dinero para el PNV y el Gobierno vasco. Si bien, según se infiere de Azurmendi (2013: 58)Azurmendi, José Félix (2013). Vascos en la Guerra Fría: ¿víctimas o cómplices?. San Sebastián: Ttarttalo., Galíndez se asentó en la Gran Manzana con el encargo de entenderse con el FBI y afianzar la relación del Servicio Vasco de Información con la CIA, pero no hay pruebas concluyentes.

La etapa de Galíndez en EE.UU. fue de madurez intelectual como político, jurista y periodista. Pasó a convertirse en la mano derecha de José Antonio Aguirre en territorio estadounidense, acompañándole en viajes y gestiones políticas relevantes, entre ellas su encuentro en 1946 con Trygve Lie, secretario general de la ONU, al que trataron de convencer para que esta organización condenara formalmente al régimen de Franco. En diciembre de 1946, la Asamblea General de la organización internacional recomendó que la España franquista fuera excluida y que los Estados miembros retiraran sus embajadores y ministros plenipotenciarios en Madrid. Si bien, quedó en eso, en una recomendación, al punto de que, en 1951, Galíndez, como observador acreditado en Naciones Unidas, llegó a afirmar que en la lucha contra Franco «sólo quedamos nosotros» (Mota Zurdo, 2018: 121Mota Zurdo, David (2018). «La lucha por la libertad» El Gobierno Vasco en el exilio y sus colectividades a través de las ediciones americanas de Euzko Deya (1939-1953). Revista Internacional de Historia de la Comunicación, 11: 102-125. https://doi.org/10.12795/RiHC.2018.i11.07 ). Con todo, como se ha indicado, sus años en la Gran Manzana fueron de estrechamiento de la relación con el presidente vasco: llegó a redactar diferentes pasajes de la Historia del País Vasco (Aguirre, 1981Aguirre, José Antonio (1981). Obras completas. San Sebastián: Sendoa.) que escribió en el exilio. Todas estas actividades las combinó con el desempeño de importantes cargos docentes en diferentes universidades.

La notoriedad como docente que alcanzó en la República Dominicana pronto tuvo su contrapunto en Nueva York. Se convirtió en uno de los máximos expertos en latinoamericanismo y por ello fue invitado a numerosos congresos y mesas redondas sobre los derechos de la humanidad al pensamiento libre. Igualmente escribió numerosos artículos en reputadas revistas como Vision, Hemispherica, Revista de América, Ibérica y Cuadernos Americanos. De esta última sobresale Vaivenes de la política hispanoamericana de los Estados Unidos (Galíndez, 1956Galíndez, Jesús (1956). Vaivenes de la política hispanoamericana de los Estados Unidos. Cuadernos Americanos, 3: 7-16.), un artículo muy preciso sobre la inmigración, la contribución cultural latinoamericana a EE.UU., sus organizaciones políticas y posibilismos y otras cuestiones relacionadas con la religión y la superstición. Tanto este como muchos otros artículos se centraron en el internacionalismo, entendido como la destrucción de las grandes potencias y de los nacionalismos imperialistas en la salvaguarda de las pequeñas naciones. También escribió sobre la foralidad y la milenaria democracia vasca (Rodríguez, 2008: 703-711Rodríguez, María Pilar. (2008). La universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York: conexiones con el exilio vasco. Ascunce, J.A. et al. (coord.). VIII Congreso Internacional. Exilio y Universidad: presencias y realidades 1936-1955, San Sebastián: Saturraran, pp. 703-711.).

Su interés y grado de especialización en los asuntos latinoamericanos le empujó a realizar su tesis doctoral sobre la dictadura dominicana por recomendación del profesor de la Universidad de Columbia Frank Tannenbaum, experto en historia de Latinoamérica, que se ofreció a ser su director5 Pay Tribute to Vanished CU Professor, Columbia Spectator, 17/X/1956, p. 2. Columbia University Archives (CUA), Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.. No era de extrañar. Según un artículo publicado en El Diario de Nueva York, Galíndez tenía «la biblioteca más completa sobre Trujillo existente en EE.UU.»6 El caso de Galíndez, El Diario de Nueva York, sin fecha, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.. Esta temática fue el leitmotiv de sus análisis académicos y de su producción literaria: escribió El Carnicero del Caribe, una novela basada en Trujillo que no se publicó pero que fue leída en las reuniones periódicas del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos (CEPI)7Ibíd..

Las gestiones para entrar en Columbia

 

La relación entre Galíndez y Tannenbaum había comenzado a gestarse en 1949, cuando el delegado se encontró sólo al frente de la representación institucional vasca en Nueva York. Una conexión que fue habilitada por Manuel Ynchausti, uno de los principales muñidores del Gobierno vasco en el exilio. En septiembre de ese año, éste contactó a Tannenbaum recomendándole la contratación de Galíndez, recordándole para ello que el lehendakari Aguirre ya había sido profesor en la Universidad de Columbia gracias a su intervención y que aún rememoraba «con especial alegría» aquellos días en los que había estado «en contacto cercano» con sus «buenos amigos de Columbia»8 Manuel Ynchausti a Frank Tannenbaum, 10/IX/1949, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.. Un recordatorio muy específico que Ynchausti subrayó para recalcar que en su día había sufragado por completo el salario del presidente vasco como profesor de Columbia, y que, si se daba el caso, no le importaría utilizar canales similares para favorecer la entrada de Galíndez en la plantilla docente de Columbia. Sabiendo que Tannenbaum era decisivo en la propuesta de nuevas contrataciones para lectorado, le recordó la calidad y entidad de los buenos amigos con los que contaba en Columbia9 Sobre la participación de Ynchausti en la contratación y pago del salario de Aguirre en la universidad de Columbia (Mota Zurdo, 2016: 119; Goiogana, 2008: 599-643).:

«El señor Galíndez ha sido ya presentado por mí mismo al general Eisenhower, el dr. Fackenthal, los profesores Carlton J. H. Hayes y Joseph P. Chamberlain. Pero entiendo que el profesor Wuorinen y usted mismo son los únicos que tendrían que decidir si el profesor Galíndez es aceptable o no para la docencia en Columbia»10 Manuel Ynchausti a Frank Tannenbaum, 10/IX/1949, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969..

Ynchausti presentó a Galíndez como un gran activo para la universidad:

«Creo sinceramente que el profesor Galíndez, autor al mismo tiempo de varios libros, está muy bien preparado para asumir las responsabilidades de un lectorado en la universidad de Columbia. Asimismo, creo también que la universidad de Columbia tendrá un activo muy valioso con el profesor Galíndez. Y no tengo duda alguna de que así lo encontrará, después de una conversación con el señor Galíndez, en la que podrá proporcionarle una información detallada sobre su preparación y experiencia, tras la cual será fácil que el señor Wuorinen lo acepte en el departamento de Historia»11Ibíd..

Que el tono de la carta de Ynchausti fuera tan asertivo tuvo su por qué. En mayo de 1949, el lehendakari Aguirre ya se había dirigido a Tannenbaum para solicitarle que contrataran a Galíndez, un graduado de la Universidad Central de Madrid y profesor en la Escuela Diplomática y Consular de la República Dominicana. El presidente vasco había señalado: «creo que podría ser un activo valioso para la universidad de Columbia, particularmente en lo que respecta a su conocimiento de la historia, la cultura y el derecho de los pueblos vasco, español y latinoamericanos»12 José Antonio Aguirre a Frank Tannenbaum, 6/V/1949, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.. Que el presidente vasco se dirigiera en términos humildes parece ser el motivo de la ausencia de respuesta. En cambio, no sucedió lo mismo con Ynchausti. En pocas semanas Tannenbaum informó de que:

«La pregunta que plantea sobre su enseñanza en Columbia presenta una serie de problemas que serán muy difíciles de resolver. El mayor obstáculo, por supuesto, son las finanzas. Como usted sabe, nuestro departamento opera con un presupuesto limitado, y hay muy pocas posibilidades de aumentarlo para ampliar nuestro campo de trabajo»13 Frank Tannenbaum a José Antonio Aguirre, 30/IX/1949, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969..

De este modo, Tannenbaum aducía falta de presupuesto y, por tanto, dificultades para la contratación de Galíndez. Sin embargo, el 30 de septiembre de 1949 el norteamericano indicó a Galíndez lo siguiente:

«Es posible que le interese asistir [a la universidad] el jueves por la tarde a las cuatro en punto y visitar uno de nuestros seminarios, que se imparte en español, generalmente por parte de un académico y estadista latinoamericano. Si hace eso, espero que llegue temprano para que podamos tener la oportunidad de hablar»14 Frank Tannenbaum a Jesús Galíndez, 30/IX/1949, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969..

Fue la única respuesta que recibió el delegado vasco. Y, en parte, es comprensible. Siguiendo la investigación de Jiménez de Aberásturi y Moreno (2009: 395)Jiménez de Aberásturi, Juan Carlos. y Moreno Izquierdo, Rafael (2009). Al Servicio del extranjero. Historia del Servicio Vasco de Información (1936-1943). Madrid: Antonio Machado., todo parece indicar que la influencia de Ynchausti sobre la Universidad de Columbia fue mucho mayor que la de Aguirre, aunque insuficiente. En 1941 Carlton Hayes había aceptado la entrada del presidente vasco en su departamento a regañadientes, donde sólo logró ser profesor invitado en su cátedra. La institución, de hecho, sólo se mostró favorable a que Aguirre adoptara esa figura docente cuando Ynchausti decidió pagar su salario y los gastos derivados de su estancia. Columbia nunca se mostró dispuesta a sufragarlos aduciendo falta de recursos: un argumento que utilizó de nuevo con Galíndez.

Y es que Manuel Ynchausti estuvo realizando diferentes donaciones entre 1941 y 1946, que fueron utilizadas para la contratación de Aguirre. En este sentido, es probable que el corte de este flujo de dinero fuera determinante a la hora de que la institución universitaria optara por rehusar la contratación de Galíndez; es decir, faltaba un quid pro quo. También es lógico que tuvieran reparos en el ámbito académico. Aguirre había dictado literalmente todas sus clases, pues desconocía el inglés, y ello había tenido un impacto negativo sobre los materiales y la comunicación con el alumnado. Por tanto, pese al notable currículum de Galíndez, es lógico que Columbia mostrara sus reparos ante una posible repetición de la jugada.

Tenacidad frente adversidad: los caminos de acceso a Columbia

 

Por los motivos apuntados, Ynchausti no pudo influir en Columbia para que contrataran a Galíndez. Probablemente, porque estaba volcado en otros asuntos, como su vertiente filantrópica en el sur de Francia, donde estaba impulsando diferentes congresos sobre estudios vascos y también por la interrupción de las donaciones desinteresadas a las que se ha hecho alusión (Estornés, s.f.Estornés, Idoia (s.f.). Ynchausti Romero, Manuel María, Auñamendi. Disponible en http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/es/ynchausti-romero-manuel-maria/ar-144255/.). Pero sí logró afianzar el valioso contacto de Tannenbaum, que ayudó a Galíndez a entablar relaciones con diferentes círculos intelectuales estadounidenses. A algunos ya los conocía a través de los contactos que había establecido la delegación del Gobierno vasco, como ocurrió con los grupos intelectuales de exiliados europeos. Éstos, entre los que se encontraba Jacques Maritain, con el que los nacionalistas vascos habían mantenido una estrecha relación, habían creado en 1942, con el apoyo de la Fundación Rockefeller, la L’Ecole Libre des Hautes Études (La Escuela Libre de Estudios Avanzados), que se ubicó en la New School for Social Research15 Sobre la relación del nacionalismo vasco y Jacques Maritain ver Arrieta, 2019: 189-215. .

A la altura de marzo de 1951 Galíndez ya fue docente de esta institución, concretamente en el Institut de Droit Comparé, lo cual demuestra las dificultades de acceso que tuvo a Columbia. Sin embargo, continuó realizando gestiones para entrar a formar parte de esta universidad. Por estas fechas, fueron dándose los primeros frutos de sus gestiones. Frank Tannenbaum se puso en contacto con Schuyler Wallace, director de la Escuela de Relaciones Internacionales de Columbia, para recomendar a Galíndez como profesor para el curso sobre gobiernos latinoamericanos y de relaciones internacionales latinoamericanas, aduciendo que tenía muy buenos conocimientos en derecho internacional, y que contaba con experiencia, por un lado, docente en las universidades de Madrid y Santo Domingo, y, por otro, profesional como delegado del Gobierno Vasco en Nueva York16 Frank Tannenbaum a Schuyler Wallace, 16/III/1951, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969..

Tabla 1.  Programa docente Historia de la Civilización Hispanoamericana.
Introducción:
1. Geografía física y humana de América.
La américa colonial:
2. Culturas indígenas prehispánicas.
3. El descubrimiento. Problema de la esclavitud de los indígenas.
4. La conquista. Luchas entre conquistadores, colonos y autoridades.
5. La organización de la colonia bajo la monarquía española.
6. Vida social y cultural de la colonia.
7. Brasil: la política portuguesa.
8. Repercusión de las guerras en Europa: las colonias no hispanas.
La américa independiente:
9. Preparación ideológica de la independencia.
10. Las guerras de la independencia.
11. La doctrina Monroe y el Congreso de Panamá;
12. Desintegración de Sudamérica: Luchas fronterizas. El Brasil.
13. Organización política de las nuevas repúblicas.
14. Guerras Civiles: el caudillo. Los grandes dictadores.
15. Clases sociales; la familia; la Iglesia. educación.
16. Primeros conflictos sudamericanos.
17. Luchas ideológicas: partidos políticos. El ejército.
18. Intervencionismo europeo.
19. H.A. en la segunda mitad del siglo XIX. El Brasil.
20. La vida cultural sudamericana en el siglo XIX.
21. La política imperialista de los Estados Unidos.
22. Problemas económicos: empréstitos exteriores.
23. Las razas indígenas: negros y mulatos. Inmigración europea.
24. Revoluciones sociales y movimientos obreristas.
25. El panamericanismo. L.A. en la vida internacional.
26. De la I a la II Guerra Mundial.
La américa actual:
27. Organización y vida política.
28. Vida social y económica.
29. Vida cultural.
30. Vida internacional.

Fuente: elaboración propia a partir de Historia de la civilización hispanoamericana, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

Según las fuentes documentales disponibles, Galíndez consiguió ser profesor de esta universidad en mayo de este mismo año, gracias a las gestiones de Federico de Onís, director del Departamento de Estudios Hispánicos. Y fue contratado para impartir los cursos citados que se tradujeron en las siguientes asignaturas: América Latina en política internacional, Organización, constitución y partidos políticos en Sudamérica e Historia de la Civilización Hispanoamericana, tanto para graduados en la Casa Hispánica como para no graduados en la General Studies Law de Columbia (Bernardo y Goiogana, 2006: 212-213Bernardo, Iñaki y Goiogana, Iñaki (2006). Galíndez: la tumba abierta. Guerra, exilio y frustración. Bilbao: FSA.). Los programas de estas asignaturas a los que se ha tenido acceso son muy completos y muestran el grado de conocimiento de Galíndez sobre la problemática en cuestión. Como se puede ver en el siguiente cuadro, la asignatura de Historia de la Civilización Hispanoamericana17 Historia de la civilización hispanoamericana, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969. contaba con un programa docente muy completo.

El acceso a Columbia le dio la posibilidad de impulsar su carrera como profesor universitario en una institución universitaria de prestigio18Ibíd.. Un año después renovó con esta misma entidad, encargándole un libro sobre Hispanoamérica para que sirviera de manual en escuelas y colegios de Nueva York y fue nombrado tanto lecturer in Spanish como lecturer in Government que, pese a no ir acompañado de un aumento de sus emolumentos, sí le concedió mayor prestigio19Ibíd..

Meta conseguida: Galíndez, profesor en la Universidad de Columbia

 

En 1952 comenzó a realizar los cursos de doctorado y fue nombrado miembro del comité de redacción de la revista American Journal of Comparative Law; entró en la Liga Internacional de los Derechos del Hombre, sustituyendo a Julio Álvarez del Vayo; se inscribió en la American Foreign Law Association; y colaboró de manera constante con The Voice of América, la emisora de radio del Departamento de Estado tras la que se encontraban miembros destacados de la CIA y que se convirtió en un arma propagandística de la Guerra Fría20 Jesús Galíndez a Frank Tannenbaum, 4/V/1954, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969. .

Su integración como miembro de la Universidad de Columbia fue total. En 1954, con motivo del bicentenario de la institución, escribió para Américas, la revista de antiguos alumnos de la citada universidad, un artículo titulado A Basque looks at Columbia en el que analizó la evolución de esta institución en el marco del cambio social y político de Nueva York, a la par que valoró su experiencia personal21 Frank Tannenbaum a Américas, 13/IV/1956, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.. Así lo constató al final de su texto:

«Cualquier lugar en el que haya vivido está lleno de recuerdos, y el paseo entre Fayerweather Hall y la Casa Hispánica ha sido durante los últimos años el camino de mi desarrollo como profesor y como hombre. No soy norteamericano ni latinoamericano, sino un vasco errante. Quizás por esa misma razón siento que pertenezco a los lugares que llevo dentro. [...] Descubrí la Universidad de Columbia, hoy formo parte de ella y, gracias a mi puesto, tuve amigos, amigos reales, a los que recibir a cada instante: un símbolo de la solidaridad que nos unía a quienes compartíamos la idea de ‘El derecho del hombre al conocimiento y al libre uso del mismo [lema de la universidad de Columbia]’. Para defenderlo, muchos de nosotros tuvimos que abandonar nuestros países, pero la Universidad de Columbia nos ha protegido a todos sin importar su origen. Es por eso que, desde todos los rincones del mundo libre, hombres de muchas razas y lenguas cantan al unísono el himno universitario que me conmovió tanto cuando lo escuché el día de la graduación: ‘ponte en pie Columbia, Alma Mater, a través de las tormentas del tiempo’»22 Galíndez, J. A Basque looks at Columbia, Américas, 1954, pp. 41-42. CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969. Artículo original en inglés, traducción del autor..

Al margen de las labores de lobby político realizadas como delegado del Gobierno vasco en Nueva York y su papel como observador de esta institución en diferentes organizaciones supranacionales, entre ellas, la ONU, Galíndez fue un dedicado académico. Publicaba regularmente en revistas como las ya señaladas y en numerosos periódicos -llegó a publicar más de 50 artículos según su currículum vitae23 Currículum Vitae de Jesús Galíndez, 13/III/1951, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969., dictaba dos clases por semana en la Universidad de Columbia, participaba en el citado CEPI, que llegó a presidir, y promovió la organización de eventos literarios como los juegos florales.

Respecto a estos últimos cabe destacar que desde principios de la década de 1950 Galíndez se había ido acercando al exilio dominicano y portorriqueño en Nueva York. Formó parte de sus organizaciones y las usó para hacer política antifranquista en EE.UU. disfrazándola de actos culturales. Algunas, como los juegos florales latinoamericanos, una imitación a Els Jocs Florals de la Llengua Catalana que habían organizado los catalanistas en Nueva York en 1951, se utilizaron en este sentido, impulsando concursos literarios entre los centros de socialización de inmigrantes para limitar el espacio de desenvolvimiento cultural en Nueva York de la institución franquista Spanish Institute, creada en 195424 Los juegos florales de la lengua catalana se celebraron en Cataluña desde finales del siglo XIX, pero a raíz de la Guerra Civil fueron interrumpidos y prohibidos por el franquismo. No obstante, el exilio catalán continuó con su celebración en sus países de acogida, destacándose de entre todos ellos los celebrados en América. De hecho, a partir de 1941 se celebraron anualmente estos juegos en diferentes ciudades europeas y americanas, entre ellas, París, Buenos Aires, Londres y México (Faulí, 2002; Guinart, 1988). El Spanish Institute se fundó en 1954 como organización privada sin ánimo de lucro para mantener la comunicación y promover los lazos de unidad entre España y EE.UU. Se afincó durante estos años en el número 22 Este de la Calle 60 de Nueva York, aunque posteriormente en la década de 1960 se trasladaría a Park Avenue. (Everett, 1991: 223).. También utilizó el CEPI para establecer nuevos contactos con otras plataformas políticas y de algún modo continuar con las labores de lobby a favor del Gobierno vasco. Esto se refleja en una de las muchas cartas que Galíndez envío a Frances R. Grant, miembro de la Inter-American Association for Democracy and Freedom:

«[al convocar los juegos florales] nos hemos adelantado por semanas si no por días, a la iniciativa del franquismo; ya está anunciada la creación de un centro cultural [franquista], que va a hacer exposiciones, conciertos, conferencias…etc. Si nosotros no llevamos la iniciativa cultural espontánea, ellos podrían simularla. Así pues, aunque el CEPI es apolítico, podemos cortar el paso a otras actividades pseudo culturales y en realidad políticas. […] Quiero insistir mucho en que [los juegos florales] se trata de una empresa literaria, exponente del valor cultural de la población de habla española en Nueva York, esto oficialmente; personalmente quisiera tomar el control de esta parte intelectual para evitar que otros lo utilicen para sus fines políticos»25 Carta de Galíndez a Frances R. Grant, 6/VII/1954, Nueva York, Rutgers University Archive, Frances R. Grant Papers R-1, Box 29..

Los Juegos Florales de 1954 obtuvieron un notorio éxito de asistencia y participación, además de prestigio, al celebrarse el acto inaugural en el auditorio de la Universidad de Columbia (Bernardo y Goiogana, 2006:220 Bernardo, Iñaki y Goiogana, Iñaki (2006). Galíndez: la tumba abierta. Guerra, exilio y frustración. Bilbao: FSA.)26 En esta ocasión, el evento no sólo se centró en el concurso literario, sino que fue acompañado de otras actividades como representaciones teatrales y bailes, así como la elección de una Reina de la Poesía.. Colaboraron multitud de exiliados y representantes de los estratos políticos y sociales más notorios de la población latina en Nueva York, entre ellos, el chileno Benjamín Cohen (subsecretario general de la ONU), la escritora Gabriela Mistral, el conocido poeta portorriqueño Felipe N. Arana, el cónsul general de Colombia, Paulino Montes de Oca, y el de Costa Rica, José F. Carballo27 Libro oficial de los Juegos Florales del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos, noviembre de 1954, Nueva York, Eusko Ikaskuntza, Irujo, Signatura J, Caja 56, Expediente 2A. Juegos Florales en Nueva York, OPE, nº 2076, 26/X/1955, p. 4..

A tenor de lo expuesto, se puede señalar que el prestigio intelectual de Galíndez y su cercanía a la intelectualidad neoyorquina y latina siempre estuvo supeditada a su trabajo como representante de Euskadi. De hecho, su puesto como profesor en la Universidad de Columbia no solo fue el culmen a una notoria carrera intelectual, sino que también fue utilizado como carta de presentación y aval ante algunos foros diplomáticos americanos. De hecho, participó en varios mítines del Partido Demócrata en Nueva York e incluso se planteó la participación en la política municipal en los distritos de importante presencia portorriqueña. Según Elósegui (1990: 78)Elósegui, Alberto (1990). El verdadero Galíndez. Bilbao: Ediciones Saldaña Ortega.: «la alcaldía de Nueva York, incluso llegar a senador para desde allí servir a los intereses vascos».

Y junto a ello continuó publicando en revistas académicas cada vez más prestigiosas. Así, ocurrió, por ejemplo, en 1954, cuando publicó Spain en Columbia Law Review: un análisis histórico-político y legislativo de la evolución del Estado español desde la II República hasta el franquismo (Galíndez, 1954: 810-821Galíndez, Jesús (1954). Spain. Columbia Law Review, 54, 810-821. https://doi.org/10.2307/1119722 ); y en Cuadernos Americanos el artículo titulado La libertad en la España de Franco, un sobretiro en la que analizó «los excesos prácticos a que puede conducir una ideología totalitaria anticomunista, en cuya raíz está la convicción de que toda la vida política y científica debe estar controlada y dirigida por el Estado para lograr unos fines que se consideran necesarios e indiscutibles» (Galíndez, 1954: 57-80Galíndez, Jesús (1954). La libertad en la España de Franco. Cuadernos Americanos, 3: 57-80.).

Desaparece un profesor querido y valorado

 

Todas estas actividades se malograron cuando misteriosamente desapareció el 12 de marzo de 1956. Al parecer, según las investigaciones realizadas por las autoridades policiales, fue secuestrado y trasladado a la República Dominicana donde fue torturado y asesinado por orden de Rafael Leónidas Trujillo (Mota Zurdo, 2017Mota Zurdo, David (2017). El final de Jesús Galíndez. Nuevas fuentes de archivo sobre sus gestiones y desaparición. Trocadero, 29, 37-61.). Su desaparición trajo consigo multitud de muestras de repulsa de diferentes colectivos, desde las protestas de los profesores de la Universidad de Nueva York, que manifestaron su indignación ante la falta de investigaciones por parte del FBI, hasta la firma de un comunicado conjunto que once organizaciones norteamericanas28 Las once organizaciones eran: American Catholic Trade Union Committee, American Civil Liberties Union, American Committee for Cultural Freedom, Inter-American Association for Democracy and Freedom, International League for the Rights of Man, AFL-CIO Latin American representative, Pan-American Women’s Association, Post-War World Council, Spanish Benevolent Society, Spanish Confederated Societies of New York and Workers Defense League. enviaron a Herbert Brownell, fiscal general de EE.UU., solicitando una investigación exhaustiva sobre el caso Galíndez29 New York University Faculty Protests Galíndez Murder, Boletín del Partido Revolucionario Dominicano, nº 5, mayo de 1956, año V, p. 3. CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969. 11 Groups Assail FBI in Galindez Case, Columbia Spectator, 26/IV/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.. La propia Universidad de Columbia a través de su vicepresidente, John R. Krout, y de la organización estudiantil Columbia Students for Galíndez, dirigida por Larry Zwirling y Robert Socas, exalumnos del exiliado profesor en la School of International Affairs, expresaron públicamente su preocupación por el silencio oficial ante la desaparición del docente llevando a cabo diferentes movilizaciones en Schermerhorn Hall, edificio situado en el campus neoyorquino30 NUSSBAUM, Bernard: Krout Expresses CU Worry for Galíndez, The New York Spectator, 20/IV/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.. De hecho, esta última organización había nacido bajo la premisa de qué podía hacer la comunidad universitaria ante la desaparición de uno de sus miembros del cuerpo docente tan querido y valorado por su alumnado31 Al Castagno a Frank Tannenbaum, 17/IV/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969..

Algunos docentes de la Universidad de Columbia, entre ellos, Tannenbaum, se movilizaron para conseguir que la tesis doctoral de Galíndez La Era Trujillo (1930-1955), una de las causas de su secuestro, fuera publicada en EE.UU. También realizaron las gestiones pertinentes para que ésta fuera editada en otros países, como Chile, donde su publicación se llevó a cabo gracias a la pertinaz labor de su director de tesis que consiguió que la Editorial del Pacífico lanzara esta monografía32 Secretaría de F. Tannenbaum a Charles E. Porter, Nueva York, 23/V/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.. Una publicación que consiguió el apoyo del decano Jacques Barzun, filósofo e historiador de las ideas que, con ayuda de Frank Tannenbaum y del también filósofo Richard Herpers, logró que asignaran 2.500 dólares a su departamento para publicar esta obra33 Richard Herpers a Jacques Barzun, Nueva York, 10/V/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.. La edición (Galíndez, 1999Galíndez, Jesús (1999). La Era Trujillo. Santo Domingo: Editorial Letra Gráfica.) tuvo incluso que superar el bloqueo policial, pues fue considerada una prueba en el caso de su desaparición34 Cops Seiz Galindez Book as ‘Evidence’, The New York Post, 23/IV/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969..

Hubo también apoyos procedentes del CEPI que pidió que se intensificara la búsqueda del profesor Galíndez en El Diario de Nueva York: durante una de sus asambleas hubo un agitado debate por la incertidumbre de qué podría haberle ocurrido a un «líder cívico muy conocido en la ciudad»35 «CEPI pide intensifíquese búsqueda Jesús Galíndez», 4-IV-1956, El Diario de Nueva York. CUA, Tannenbaum Papers Galíndez, caja 9 (1934- 1969).. Pero también hubo mucha desinformación, que puso en solfa no sólo su calidad humana y honradez intelectual, sino su capacitación docente. Waldo Ross, catedrático universitario de Filosofía en República Dominicana, y una de las armas propagandísticas que utilizó Trujillo para generar desmemoria en torno a Galíndez, le definió en tonos difamatorios al indicar que «no sobresalió en ninguna actividad intelectual». El uso de argumentos infundados por parte de Ross pone en evidencia, por un lado, su vocación por blanquear las acciones de Trujillo, y, por otro, su inquina, incluso envidia, hacia Galíndez, a quien había conocido durante un seminario de asuntos latinoamericanos organizado por Germán Arciniegas en Columbia. Un evento de una calidad contrastada, que revela la presencia continuada del profesor vasco en los principales foros intelectuales de prestigio, lo que a la postre también tuvo un notable impacto sobre su alumnado, que le estimaba gran experto36 «La opinión del lector. El caso de Galíndez», El Diario de Nueva York, 18-IV-1956, CUA, Tannenbaum Papers Galíndez, caja 9 (1934-1969)..

Trujillo’s Dominican Republic es el título que Galíndez otorgó a su tesis, traducida posteriormente como La Era Trujillo. En sus cerca de setecientas páginas, abordó un análisis minucioso de la dictadura dominicana. Un trabajo muy documentado, técnico y objetivo: un texto académico muy alejado del tono panfletario de algunas obras de la época sobre el tema, máxime si se valora que se hizo en el contexto de acecho que sufrió de mano del dictador dominicano. De hecho, siguiendo a Iriarte (1993)Iriarte, José Luis (1993). La aportación de Galíndez al derecho internacional privado. En VV.AA. Escritos jurídicos en memoria de Luis Mateo Rodríguez, Santander: Universidad de Cantabria, vol. II, pp. 209-226. , es un manual de cabecera para el estudio de las dictaduras autoritarias y personalistas.

Fue la obra cumbre a su labor en su ámbito de especialización de estudio: el derecho internacional privado. En este y otros trabajos, Galíndez partió de su aprendizaje experiencial en República Dominicana y en otros países latinoamericanos. Por ello, junto a su tesis, sobresale su obra ya citada Principales conflictos de Leyes en la América Actual, no sólo por su análisis de estas disputas, donde pone de relevancia el fenómeno migratorio, la problemática de la nacionalidad y el terrorismo como factores desencadenantes, sino por la influencia que ejerció en sus discípulos y alumnos en América. Un influjo que consiguió gracias a su concepción del derecho internacional privado, al que entendió como fundamentalmente práctico, siendo partidario de abordarlo desde la casuística común, a la par que relegó a un segundo plano ampulosas construcciones teóricas.

Pero su tesis levantó tantas ampollas como interés. Justo un mes antes de su desaparición, Galíndez había notificado a Tannenbaum que la editorial The New York University Press estaba muy interesada en su publicación, además de informarle de que la Parker School of Foreign and Comparative Law de la Universidad de Columbia le había llamado para contratarle como miembro facultativo37Jesús Galíndez a Frank Tannenbaum, Nueva York, 12/II/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.. La publicación de su tesis fue, a la postre, un duro golpe para aquellos como Pedro Mesones, el periodista peruano que según Manuel de Dios Unanue (1999: 84)Unanue, Manuel de Dios (1999). El caso Galíndez. Los vascos en los servicios de inteligencia de EE.UU. Tafalla: Txalaparta. «era uno de los numerosos peones que figuraban en las nóminas secretas del consulado dominicano y hombre de confianza del cónsul Arturo Espaillat», que se distinguió por su «odio personal contra Galíndez» a quién nunca perdió la oportunidad de atacar públicamente. En una carta a Frank Tannenbaum, se presentaba como «ciudadano del Perú y admirador de las grandezas de América», Mesones expresaba su «más profunda decepción» por el contenido de la tesis de Galíndez, pues no era meritoria de las alabanzas de «un abrillantado miembro de la universidad de Columbia y profesor de Historia hispanoamericana», debido a que consideraba ese trabajo «una verdadera injuria historiografiada [sic.] y cronológica». A su juicio, no se podía atacar a la «muy progresista y muy fulgida» República Dominicana porque se trataba de «un país hermano de Hispanoamérica […] un baluarte continental del anticomunismo y un ejemplo del mundo libre civilizado»38 Pedro de Mesones a Frank Tannenbaum, 5/IV/1956, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969..

5. CONCLUSIONES

 

Como se ha visto a lo largo de este artículo, Galíndez tuvo una importante faceta como docente en diferentes universidades norteamericanas, como la Universidad de Columbia, y en instituciones universitarias promovidas por exiliados europeos en EE.UU., como la L’Ecole Libre des Hautes Études. Fue un profesor prestigioso dentro del exilio republicano de 1936 y mantuvo una estrecha relación con la intelectualidad estadounidense y latinoamericana en Nueva York. También fue un político muy activo representando al Gobierno vasco ante diferentes instituciones políticas norteamericanas y la ONU. Sin embargo, como se ha señalado al inicio, la literatura e historiografía que se ha acercado a su figura ha puesto en valor, casi siempre, su otra faceta, la del informante de las agencias de seguridad, espionaje e información de EE.UU., desvirtuando la complejidad de su figura y personalidad política e intelectual. Así, sus labores docente y representativa ante las autoridades estadounidenses han quedado supeditadas a su trabajo como informador del FBI, como si Galíndez no hubiera sido jamás un intelectual destacable, sino un simple espía. Quizá su secuestro y posterior asesinato en circunstancias misteriosas y a manos de un dictador hayan sobrevalorado su faceta política.

Las controversias en torno a su figura son palmarias, porque lo cierto es que la notoriedad que alcanzó su desaparición en los medios de comunicación estadounidenses provocó que su figura y todo lo que rodeó a su desaparición se convirtiera en un negocio económicamente lucrativo para los oportunistas, los propagandistas de indistinto signo político, los periodistas que buscaron vender la mayor exclusiva e incluso los médiums que buscaron sacar rentabilidad a las controversias en torno a su figura y las diferentes etiquetas, teorías y valoraciones que fueron reproduciéndose sin ningún tipo de filtro de manera concatenada. Así ocurrió en abril de 1956 cuando la médium mexicana Emma de la Luz declaró públicamente que en un periodo de tiempo relativamente corto se encontraría a Galíndez o, mejor dicho, aparecería vivo39 Report from ‘Spirit World’. Tip on Galindez Comes from Mexicam Medium, Columbia Spectator, 26/IV/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969..

Hoy se puede prácticamente asegurar, pese a que el caso continúe abierto en los archivos de la policía de Nueva York al no haber aparecido su cuerpo, que Jesús Galíndez falleció como consecuencia de una acción del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. Pero los claroscuros continúan y hay muchas cuestiones todavía sin explicar. Apenas dos meses después de su desaparición, la revista Life fue clara a este respecto: sorprendía que hubiera habido un lapso de cinco días entre su desaparición y el reporte de esta a las autoridades, cuando ya al día siguiente no había asistido a impartir su clase a la Universidad de Columbia, ni se había presentado en la reunión de las Sociedades Hispanas Confederadas, ni cumplido con otros compromisos40 Carta de Norteamérica. Un reportero trata, Life (en español), 7/V/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969..

Muchas de estas cuestiones sólo se entienden, como se ha constatado en otras investigaciones centradas en el impacto que tuvo el caso Galíndez en la prensa norteamericana, en el marco de descrédito hacia el profesor y político nacionalista vasco, pues, en apenas cuatro meses, su figura transmutó en muchos medios de comunicación de político liberal anticomunista a pro-socialista conchabado con Pablo Neruda y Victorio Codovilla, difuminándose notablemente su labor docente y el papel que ejerció en la Universidad de Columbia.

La dificultad que entraña derribar determinados mitos sobre Galíndez, tantos como el progresivo olvido de su figura, es enorme. Pese al impacto que tuvo su desaparición en el exilio antifranquista, convirtiendo la fecha de su desaparición en un símbolo para la historia y la memoria del exilio nacionalista vasco, lo cierto es que Galíndez ha sido olvidado. Para muestra el siguiente botón.

Durante el 65 aniversario de su extraña desaparición, la efeméride memorialística pasó casi desapercibida salvo por un artículo que hizo el periodista Iban Gorriti, que siguió el relato nostálgico y mitificador de Elena de la Souchere (1972)De la Souchère, Elena (1972). Crime à Saint-Domingue. París: Albin Michel., próxima al exilio republicano y enamorada platónicamente de la figura de Galíndez41Deia, 15-III-2021.. Un tímido recordatorio que contrasta con otras conmemoraciones previas. Por ejemplo, la de 2006 en el monte Aresketa de Amurrio, donde se celebró un acto de homenaje en el cincuenta aniversario de su desaparición, que fue acompañado de la apertura de una exposición sobre su vida en la localidad42Diario de Noticias de Álava, 12-III-2006.. La solemnidad de aquel acto no fue baladí: el 11 de marzo el otrora lehendakari Juan José Ibarretxe (PNV) inauguró la exposición y una semana después se proyectó en el teatro de Amurrio el documental Galíndez, de Ana Díez. Ese mismo año se celebraron también charlas y mesas redondas sobre su figura hasta que en septiembre se cerró el programa conmemorativo con la reedición del libro Galíndez: la tumba abierta (Bernardo y Goiogana, 2006Bernardo, Iñaki y Goiogana, Iñaki (2006). Galíndez: la tumba abierta. Guerra, exilio y frustración. Bilbao: FSA.) y la proyección de la película de ficción El misterio Galíndez.

La diferencia entre ambos actos memorialísticos son notables. En parte, porque 65 años no es un número redondo y sí la celebración del medio siglo de su pérdida. Sin embargo, si se compara con otros actos del calendario conmemorativo del nacionalismo vasco como el Gudari Eguna (Día del soldado vasco), que cada 28 de octubre recuerda el fusilamiento de cuarenta y dos soldados del ejército vasco en 1937, se puede inferir que, pese a los intentos de poner en valor su figura, incluido este artículo, la figura de Galíndez es desconocida actualmente pese al papel que jugó durante el exilio en el imaginario antifranquista, especialmente del PNV y del Gobierno Vasco (López de Maturana, 2012: 394López de Maturana, Virginia (2012). Galíndez, Jesús. De Pablo Contreras, Santiago et al. (coord.). Diccionario ilustrado de símbolos del nacionalismo vasco. Madrid: Tecnos, pp. 385-395.). Por este motivo, este artículo ha buscado rescatar su biografía, atendiendo a los aspectos oscurecidos del exiliado profesor; es decir, su labor como docente y su relación con la intelectualidad norteamericana. Porque sin atender a esta parte, difícilmente se podrá comprender en toda su complejidad al verdadero Galíndez.

AGRADECIMIENTOS

 

Este trabajo ha sido realizado dentro del Grupo de Investigación GIR03. Humanidades y Ciencias sociales en la Era digital y Tecnológica que coordino en la Universidad Isabel I, concretamente en la línea de investigación L.06. Política, Economía, Sociedad y Memoria: El Estado en los siglos XIX a XXI de la que soy investigador responsable. Asimismo, en el marco del proyecto PGC2018-094133-B-100 (MCIU/AEI/FEDER, UE).

NOTAS

 
1

Amurrio se encuentra dentro del valle de Ayala una zona que está situada al noroeste de Álava, limitando con Vizcaya y Burgos. A ojos de Galíndez representaría a la Euskadi más bucólica y tradicional.

2

Cuadrilla es el término utilizado para subdividir comarcalmente el territorio alavés y cuya procedencia es del siglo XVI. Su función era la de atender a las zonas rurales donde no llegaban todos los servicios dotándoles de un organismo que se ocupara de ellos.

3

Hijo del ministro del Partido Liberal, Felipe Sánchez Román, que fue ministro del Estado durante la presidencia de Montero Ríos en 1905. Felipe Sánchez Román hijo abandonó su cátedra como forma de oponerse al régimen dictatorial instaurado por Miguel Primo de Rivera. Asimismo, participó en el movimiento republicano estando presente en el pacto de San Sebastián. En 1934 fundó el Partido Nacional Republicano y en 1936 fue ministro sin cartera del efímero gobierno de Diego Martínez Barrio instaurado el 19 de julio de 1936. Sobre este personaje (Serrano Migallón, 2003: 377Serrano Migallón, Fernando (2003). Los maestros del exilio español en la Facultad de Derecho. México: Editorial Porrúa-UNAM.).

4

Este término que se utiliza para referirse a los políticos del PNV hace referencia a su lema fundacional, JEL (Jaungoikoa eta Lege Zaharra, Dios y Ley Vieja).

5

Pay Tribute to Vanished CU Professor, Columbia Spectator, 17/X/1956, p. 2. Columbia University Archives (CUA), Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

6

El caso de Galíndez, El Diario de Nueva York, sin fecha, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

7

Ibíd.

8

Manuel Ynchausti a Frank Tannenbaum, 10/IX/1949, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

9

Sobre la participación de Ynchausti en la contratación y pago del salario de Aguirre en la universidad de Columbia (Mota Zurdo, 2016: 119Mota Zurdo, David (2016). Un sueño americano. El Gobierno vasco en el exilio y Estados Unidos (1937-1979). Oñati: IVAP. https://doi.org/10.4000/bhce.785 ; Goiogana, 2008: 599-643Goiogana, Iñaki (2008). José Antonio Aguirre, profesor de la Columbia University. En Ascunce, José Ángel et al. (coord.). Exilio y Universidad (1936-1955), vol. I. San Sebastián: Saturraran, pp. 599-643.).

10

Manuel Ynchausti a Frank Tannenbaum, 10/IX/1949, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

11

Ibíd.

12

José Antonio Aguirre a Frank Tannenbaum, 6/V/1949, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

13

Frank Tannenbaum a José Antonio Aguirre, 30/IX/1949, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

14

Frank Tannenbaum a Jesús Galíndez, 30/IX/1949, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

15

Sobre la relación del nacionalismo vasco y Jacques Maritain ver Arrieta, 2019: 189-215Arrieta, Leyre (2019). El nacionalismo vasco y Jacques Maritain (1936-1945), Ayer, 113: 189-215. .

16

Frank Tannenbaum a Schuyler Wallace, 16/III/1951, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

17

Historia de la civilización hispanoamericana, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

18

Ibíd.

19

Ibíd.

20

Jesús Galíndez a Frank Tannenbaum, 4/V/1954, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

21

Frank Tannenbaum a Américas, 13/IV/1956, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

22

Galíndez, J. A Basque looks at Columbia, Américas, 1954, pp. 41-42. CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969. Artículo original en inglés, traducción del autor.

23

Currículum Vitae de Jesús Galíndez, 13/III/1951, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

24

Los juegos florales de la lengua catalana se celebraron en Cataluña desde finales del siglo XIX, pero a raíz de la Guerra Civil fueron interrumpidos y prohibidos por el franquismo. No obstante, el exilio catalán continuó con su celebración en sus países de acogida, destacándose de entre todos ellos los celebrados en América. De hecho, a partir de 1941 se celebraron anualmente estos juegos en diferentes ciudades europeas y americanas, entre ellas, París, Buenos Aires, Londres y México (Faulí, 2002Faulí, Josep (2002). Els jocs florals de la llengua catalana a l’exili 1941-1977. Barcelona: Publicacions de l’Abadia de Montserrat.; Guinart, 1988Guinart, Miquel (1988). Memòries d’un militant catalanista, Barcelona: Publicacions de l’Abadia de Montserrat. ). El Spanish Institute se fundó en 1954 como organización privada sin ánimo de lucro para mantener la comunicación y promover los lazos de unidad entre España y EE.UU. Se afincó durante estos años en el número 22 Este de la Calle 60 de Nueva York, aunque posteriormente en la década de 1960 se trasladaría a Park Avenue. (Everett, 1991: 223Everett, Clinton J. (1991). The Spanish Institute, New York (1966-1982). En Katz, Isaac J. et al. (ed.). Libraries, History, Diplomacy, and the Performing Acts. Essays in Honor of Carleton Sprague Smith. Hillsdale: Pendragon Press, pp. 223-228.).

25

Carta de Galíndez a Frances R. Grant, 6/VII/1954, Nueva York, Rutgers University Archive, Frances R. Grant Papers R-1, Box 29.

26

En esta ocasión, el evento no sólo se centró en el concurso literario, sino que fue acompañado de otras actividades como representaciones teatrales y bailes, así como la elección de una Reina de la Poesía.

27

Libro oficial de los Juegos Florales del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos, noviembre de 1954, Nueva York, Eusko Ikaskuntza, Irujo, Signatura J, Caja 56, Expediente 2A. Juegos Florales en Nueva York, OPE, nº 2076, 26/X/1955, p. 4.

28

Las once organizaciones eran: American Catholic Trade Union Committee, American Civil Liberties Union, American Committee for Cultural Freedom, Inter-American Association for Democracy and Freedom, International League for the Rights of Man, AFL-CIO Latin American representative, Pan-American Women’s Association, Post-War World Council, Spanish Benevolent Society, Spanish Confederated Societies of New York and Workers Defense League.

29

New York University Faculty Protests Galíndez Murder, Boletín del Partido Revolucionario Dominicano, nº 5, mayo de 1956, año V, p. 3. CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969. 11 Groups Assail FBI in Galindez Case, Columbia Spectator, 26/IV/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

30

NUSSBAUM, Bernard: Krout Expresses CU Worry for Galíndez, The New York Spectator, 20/IV/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

31

Al Castagno a Frank Tannenbaum, 17/IV/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

32

Secretaría de F. Tannenbaum a Charles E. Porter, Nueva York, 23/V/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

33

Richard Herpers a Jacques Barzun, Nueva York, 10/V/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

34

Cops Seiz Galindez Book as ‘Evidence’, The New York Post, 23/IV/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

35

«CEPI pide intensifíquese búsqueda Jesús Galíndez», 4-IV-1956, El Diario de Nueva York. CUA, Tannenbaum Papers Galíndez, caja 9 (1934- 1969).

36

«La opinión del lector. El caso de Galíndez», El Diario de Nueva York, 18-IV-1956, CUA, Tannenbaum Papers Galíndez, caja 9 (1934-1969).

37

Jesús Galíndez a Frank Tannenbaum, Nueva York, 12/II/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

38

Pedro de Mesones a Frank Tannenbaum, 5/IV/1956, Nueva York, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

39

Report from ‘Spirit World’. Tip on Galindez Comes from Mexicam Medium, Columbia Spectator, 26/IV/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

40

Carta de Norteamérica. Un reportero trata, Life (en español), 7/V/1956, CUA, Tannenbaum Papers, Galindez, caja 9, 1934-1969.

41

Deia, 15-III-2021.

42

Diario de Noticias de Álava, 12-III-2006.

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