ARBOR Ciencia, Pensamiento y Cultura 199 (808)
abril-junio, 2023, a709
ISSN: 0210-1963, eISSN: 1988-303X
https://doi.org/10.3989/arbor.2023.808008

RESEÑAS DE LIBROS

BOOK REVIEWS

Eulalia Pérez Sedeño

Instituto de Filosofía. CSIC

Se reúnen en este volumen una serie de trabajos, quince en total, en homenaje a José María González García con motivo de su jubilación. Profesor de Investigación en el Instituto de Filosofía del CSIC, que dirigió de 1998 hasta 2006, fue Premio Nacional de Ensayo en 2007 y autor de una amplia obra de gran calidad. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología y Doctor en Filosofía, puede decirse que estas dos áreas estuvieron siempre presentes en sus investigaciones en sociología del conocimiento, teoría sociológica y filosofía política, atravesadas todas por su interés por la literatura.

La trayectoria intelectual de José María González García se refleja en el libro que le rinde homenaje. Escrito por colegas que le muestran así su amistad intelectual, se adentra en diversos temas a los que José María García prestó atención en uno u otro momento de su larga y productiva carrera. No pueden faltar, pues, clásicos de la sociología como el repaso que Peter Burke hace de la sociología histórica de Karl Manheim, en especial de su manera de abordar los problemas del exilio: mediante la reflexividad teórica en Alemania y la mediación práctica en Gran Bretaña. Josetxo Beriain, Maya Aguiluz y Javier Gil-Jimeno abordan la tensión dramática que hay en Max Weber entre dos caras de una misma moneda: la daimónica creativa y la demónica, regresiva y violenta; porque la cultura del siglo XX es creativa y civilizadora, pero también agresiva y transgresora. Gran conocedor de la obra de Walter Benjamin, Reyes Mate intenta rastrear el genio polifacético de dicho autor en especial el camino recorrido entre «la temprana intuición del joven Benjamín y la teoría de la historia que subyace en el escrito Sobre el concepto de historia» (p.80). Otro clásico que no podía faltar es Georg Simmel, cuyo excurso del libro Sociología. Estudio sobre las formas de socialización, titulado Digresión sobre el extranjero, analiza Alexander Jiménez Matarrita. Porque según afirma este autor, para José María González Simmel es el primer sociólogo «que desarrolla un punto de vista estético sobre el mundo» (p. 101), sobre todo por saber captar la importancia del espacio, la movilidad, etcétera de la vida subjetiva moderna que rodea al extranjero. Para concluir este apartado Gilda Waldman M. elabora una cartografía de los encuentros y desencuentros entre la literatura y la sociología, y también de las paradojas actuales.

La parte segunda, titulada Imágenes, espacios y metáforas de lo político, se centra en la filosofía política, en especial, en las imágenes y metáforas de lo político que han sido objeto de indagación por parte de José María González en los últimos años. Francisco Colom aporta su certero análisis de la ciudad-utopía-ciudad, del desarrollo de los espacios urbanos, de la ciudad como entidad social y culturalmente multiforme en la que se interactúa simbólicamente, en la que la arquitectura forma parte material de la comunidad humana. Victoria Mateos introduce la perspectiva de género, al percibir la dicotomía consolidada desde la modernidad: la flânerie, el acto de callejear es masculino, el varón es invisible y puede vagabundear entre la muchedumbre sin llamar la atención, algo que no se encuentra en la experiencia de las mujeres. Para mostrar que la concepción de la flânerie se realizó desde una mirada patriarcal y asimétrica, utiliza la lectura que José María González hizo de Walter Benjamin junto al aparato conceptual de autoras como Susan Sontag y Judith R. Walkowitz. Y también hace uso de los paseos de la travestida George Sand que persigue la libertad moral qué se le niega por ser mujer. De otra metáfora, la del Theatrum Mundi, se ocupa Fernando Bayón en su texto que atraviesa las obras de Hugo von Hofmannsthal, Arthur Schnitzler y Karl Kraus. Patxi Lanceros, por su parte, recorre ese río larguísimo, el Danubio que, como dice el autor en su título es espacio, frontera y fin. Un río cuyo recorrido enseña a desconfiar lúcida y lúdicamente «del hombre, de la naturaleza, de la historia y de Dios» (p. 228). Las fronteras, pero también los muros y las migraciones son objeto del trabajo del Juan Carlos Velasco. Alejándose en parte de su trabajo habitual, ofrece una perspectiva histórica de un área de estudio que está en el ojo del huracán político y de rabiosa actualidad. Pero lo interesante de este trabajo es su aspecto normativo. Ante el carácter no disuasorio de muros y fronteras y su conversión en prácticas necropolíticas, incumplidoras del derecho internacional, Juan Carlos Velasco propone su resignificación o reconceptualización, de forma que vayan más allá de la concepción de mera barrera, de que se los considere una membrana celular, metáfora que utiliza para señalar la «tensión dinámica entre porosidad y resistencia» (p. 246).

Y entramos en el último bloque o tercera parte, dedicada al desasosiego de la modernidad, esto es, a reflexionar sobre la incertidumbre que rodea nuestra modernidad, tanto desde el punto de vista filosófico como sociológico. José María Hernández Losada nos alerta de los miedos que han suscitado diversos acontecimientos recientes y cómo pueden convertirse en miedos a la democracia, para lo que es importante una especie de resiliencia democrática: la capacidad de adaptación a los riesgos -que provocan los miedos- interiorizando las reglas de la democracia igualitaria. José Miguel Marinas se pregunta si es posible el elogio de alguna forma de entusiasmo; e intenta contestar a través de comentarios a Tomás Moro y Erasmo de Roterdam y del propio homenajeado, José María González García; para concluir preguntándose si podemos hacer un hueco al entusiasmo en estos tiempos de simulacro. Carlos Pereda, por su parte, nos ofrece un texto en el que aúna los dos amores de José María González García: la cultura alemana y la conversación. Cristina Santamarina escribe desde la teoría sociológica y desde la experiencia de la pandemia (la mayoría de los textos fueron escritos en el confinamiento obligado por la COVID-19), sin separar el dolor personal del general, distinguiendo entre lo social y la sociedad. Finalmente, Carlos Thiebaut presenta sus reflexiones, dirigidas directamente en forma de carta al homenajeado, utilizando el camino que tanto y tan bien ha transitado (y esperamos lo siga haciendo) José María González: las imágenes. Pero no lo hace desde las imágenes de la justicia -tantas veces representada como ciega- o de la iconología angélica en Walter Benjamin, sino del cuadro de Goya, Perro semihundido, que le fascina desde la adolescencia y que siente tan cercano en tiempos de pandemia.

En resumen, tenemos aquí un conjunto de trabajos de reconocidos autores y autoras en su mayoría iberoamericanos. Excepto la primera, todas son aportaciones originales y de gran calidad, unas analíticas, otras más personales. Pero todas ellas están impregnadas de los intereses, estudios y amores -por qué no- por los temas por los que ha transitado (y esperamos siga transitando) José María González García a lo largo de su vida intelectual.