Los museos de historia natural en el siglo XIX: templos, laboratorios y teatros de la naturaleza

Autores/as

  • Leoncio López-Ocón Cabrera Centro de Estudios Históricos, CSIC

DOI:

https://doi.org/10.3989/arbor.1999.i643-644.1611

Resumen


Se explica en este texto cómo y por qué los museos de historia natural se transformaron en «catedrales de la ciencia» durante el siglo XIX. Se plantea que esos lugares de la ciencia interesaron y fascinaron a expertos y profanos porque durante ese tiempo histórico lograron conciliar una triple función cognoscitiva y comunicativa: la de ser templos, laboratorios y teatros de la naturaleza. 1) Como depósito de las colecciones del mundo natural se convirtieron en un lugar de acumulación de tesoros y de adhesión a valores políticos y científicos. 2) Como ámbito de trabajo de los naturalistas que revelaban las claves del orden natural se transformaron en centros de investigaciones para ordenar y descifrar la naturaleza. 3) Como escenarios en los que se mostraban las maravillas de la naturaleza se autoconcibieron como una especie de gran teatro en el que se representaban lecciones de cosas del mundo natural a modo de un libro abierto.

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Publicado

1999-08-30

Cómo citar

López-Ocón Cabrera, L. (1999). Los museos de historia natural en el siglo XIX: templos, laboratorios y teatros de la naturaleza. Arbor, 163(643-644), 409–423. https://doi.org/10.3989/arbor.1999.i643-644.1611

Número

Sección

Artículos